Bienvenid@s a el Baúl de Elfi, un lugar donde explorar el erotismo y la sensualidad con los cinco sentidos.

lunes, 31 de agosto de 2015

Espera...

Ansió de nuevo tenerte entre mis manos,
mientras suspiras, mientras te admiro,
poder conceder a mi piel el éxtasis de la tuya,
recorriendo tu anatomía, halagando tu belleza,
conquistando tu éxtasis.
Transportarnos, lentos y delicados,
hacia el momento de fusión de nuestros cuerpos
mientras las caricias, mimos, roces y susurros
adquieren la fuerza de un remolino ascendente
hacia el paraíso, paraíso tuyo y mío, mío y tuyo,
donde amarnos, donde sentirnos, donde elevarnos,
donde permitirnos, donde conocernos.
Sabes que me provocas, se que te provoco
y nuestro saber no esta dispuesto a dejar paso a la duda.
Un beso suave en tus labios, una mirada,
las manos libres, sin ataduras, exploradoras,
pioneras, conquistadoras y los labios
de nuevo se funden, se aman, se aceleran.
Pero hoy no,
hoy tu estas lejos de aquí,
y yo estoy lejos de ti,
y aunque nuestras almas siguen conectadas,
nuestros cuerpos ansían el momento de reencontrarse.
Mientras tanto el mundo de los sueños nos espera,
y en el deseo volver a encontrarte.


Wald Elfi


martes, 25 de agosto de 2015

Una vez mas

Una vez mas, todo es comenzar, desear ponerse y hacerlo sin dudar,
los acuerdos están para tarde o temprano poder cambiarlos
sin medidas impuestas o validez de palabras remotas,
solo azuzados por la magia natural,
la magia de la vida misma.

Una vez mas, la constancia solo debe ser aplicada a nuestra felicidad,
a nuestra plenitud, a nuestro ser,
no merece ser aplicada a la tristeza,
la fatalidad o nuestro propio ego,
por mas que aparenten,
es solo eso apariencia,
apariencia del no ser,
del no sentir,
del no vibrar.

Una vez mas, hay que volver,
volver con fuerza a encontrar tus deseos,
tus anhelos, tus esperanzas, tu ser,
para renombrar lo escrito, transmutar costumbres,
cambiar los entendimientos que la mente lineal nos impone,
acercándonos a la plenitud del vació, para liberar nuestro yo.

Una vez mas, el yo que ama,
que ama desde el alba a la puesta de sol,
en el frió y el calor,
a pesar de uno mismo,
a pesar de lo impuesto y lo aprendido,
sin remordimientos, sin futuro ni pasado,
solo ahora, ahora para volar
rompiendo cadenas para transitar en la libertad,
en la plenitud, en el infinito.

Una vez mas, por que quiero volar,
volar a cada oportunidad,
sin prejuicio, sin duda,
uniendo instinto y conciencia,
para poder ver y disfrutar,
disfrutar con las inmensas pinceladas
que salpican nuestro universo,
universo de luz y amor,
amor que en ocasiones se esconde,
se oculta en el claro mas oculto de nuestro bosque interior.

Y una vez encontrado, renacer
desde la confianza,
desde el respeto,
desde la claridad,
con pasión,
con dulzura,
con calidez y ternura,
sin nada que perder
con todo por ganar.

Wald Elfi


lunes, 24 de agosto de 2015

La Calidez - Versión completa -

Parte 1

La tarde cayo pronto, sin saber como había llegado hasta allí estaba disfrutando sin comparación posible de un espectáculo sublime, uno de los momentos mas placenteros de los últimos tiempos, sus sentidos palpitaban con los matices del horizonte, podía oír su corazón  latir acompasado con los sonidos que emitían las olas al chocar contra la orilla, la espuma brotaba entre las olas en el justo momento que caían contra la bajamar soltando vapores que se fundían con el brillo fulgurante de un sol que hacia poco se puso dejando sus dominios al influjo de la luna.

El rugido de la selva se podía sentir a sus espaldas, cientos de sonidos intercaladas en la mas armoniosa sintonía, llenando los oídos, callando la mente, elevando el alma. Los tonos rojizos inundaban el entorno, podía sentir como los ojos se relajaban mientras la intensidad de luz convertía el lugar en un sitio acogedor, intimo, mi rincón en el mundo.
A mi derecha podía disfrutar de una postal soñada....la selva cayendo sobre la playa blanca, el oscuro rió  zigzagueando por la arena, conectando la floresta mas salvaje con el mar, las potentes olas embistiendo una y otra vez, empujando el agua sobre la arena, dibujando miles de formas a su paso.
Mi izquierda era un lugar frecuentado, unas grandes piedras pulidas por el juego entre la arena y el mar habían creado un altar mágico, los pilares estaban compuestos por unas placas lisas encastradas a dos grandes bloques que a su vez ejercían el papel de columnas, desde arriba por la zona central brotaba profusamente un agua burbujeante que formaba una poderosa catarata, siempre permanecía muy cálida, tanto que en la estación fría cuando la temperatura rara vez baja los veinticinco grados y el agua del rió baja algo mas fresca de lo habitual, es común ver la población nativa bajar para tomar sus baños en esta agua casi termales.
En esta ocasión, al contrario de otras muchas, me encontraba algo mas resguardada de lo normal, no se si el calor o la mala noche anterior, pero me encontraba despertando de una siesta reparadora, y el momento no pudo ser mejor.
Bordeando la catarata el paso del tiempo y sobre todo de los visitantes se había formado una tosca escalera tallada en la misma piedra, la separación entre los escalones y el largo y dificultoso sendero hasta llegar allí, convertían la playa en un lugar exclusivo de gente en buen estado físico o gente de mar, que arribaba hasta aquí en las mas variopintas embarcaciones.

Con el juego de luces no pude diferenciar quien descendía entre los escalones, podía adivinar dos piernas poderosas, un cuerpo fino y trabajado y una cabellera larga, pero mi situación distante y apartada no me permitía ver mas. Se dispuso a los pies de la caída de agua, dejándose atrapar por el poderoso torrente que fluía limpiando su piel, su cabello, movía sus manos sobre su cuerpo delatando que aprovechaba el momento para tomar el baño del día, era curioso pero la silueta me resultaba extrañamente conocida. Decidí volver a tumbarme sobre mi pareo, era un momento mágico, por el este podía ver como la oscuridad avanzaba mostrando las primeras estrellas sobre un fondo azul terciopelo, los últimos tonos cobrizos bañaban las aguas del mar inundándolo todo con un terrible calor que a pesar del acecho de la noche parecía ir en aumento. El sonido de la selva crecía por momentos llegando a convertirse en un sonido mas industrial que melódico, una suave brisa comenzó a levantarse invitando a la vegetación a un baile acompasado, rítmico, casi sensual.

Súbitamente me sentí bloqueada, un fino y largo hilo de mi pareo se enredo con mi pierna, dándome la sensación de ser agarrada. Menudo susto me lleve, sentí como mi bello se erizaba, como mi corazón casi se para, y un frió sudor empieza a recorrer mi espalda, un simple hilo fue capaz de activar todo mi ser, de repente todo mi cuerpo se lleno de vida, del susto pasajero mi imaginación empezó a fantasear con la posibilidad de que alguien me hubiese tocado en realidad, que hubiese dejado su mano sobre mi, comenzando en una acaricia suave, recorriendo toda la longitud de mi pierna, descubriendo cada rincón de mi piel......en ese preciso momento un estruendoso sonido saco todo mi ser de ese momento tan intimo, en el pueblo cercano las fiestas patronales eran celebradas con efusión, festejando la mas popular de sus celebraciones la primera luna llena de verano.... decidí que era el momento perfecto de tomar un largo baño y relajar el cuerpo disfrutando del calor del agua estival, tras levantarme observe como la catarata estaba totalmente despejada, pensé que seguramente tras la ducha el joven volviese hacia el pueblo, limpio y dispuesto a una noche de baile, bebida y fiesta.

Bajaba de la duna donde me encontraba disfrutando con la sensación de mis pies al hundirse en la arena, la fragancia de las flores inundaba mis sentidos, y la postal ante mis ojos relajaban mis pensamientos. En el momento que el agua toco mis pies no pude resistir correr al encuentro del mar, me zambullí sobre el agua sintiendo en ese momento como confiada por mi soledad y la hora que era no le di la menor importancia a encontrarme desnuda jugando entre las olas, me relaje pensando que ya era tarde y que nadie me vería en ese estado. Tras dejar mi cuerpo satisfecho de agua, emprendí el regreso hacia la orilla, dejándome llevar mientras la fuerza del mar me empujaba en todo mi interior, tocando profundamente toda mi intimidad, por un momento sentí que quería entrar dentro de mi.... una vez llegue donde el océano y la tierra se funde en uno, me incorpore y me puse dirección al chorro de agua dulce que caía desde lo alto de las piedras, quería limpiar toda la sal de mi piel, no me podía permitir otra noche privada de sueño.

Casi llegando me percate de que no solo el joven no se había ido si no que en ese momento se encontraba en un momento un tanto personal, se encontraba apoyado contra los pilares, se le veía cómodo sobre todo por el estado en el que se encontraba su miembro, estaba masturbándose a menos de cinco metros de mi, y yo parada boquiabierta y sin saber que decir.
Sin duda el tamaño de su miembro tuvo buena culpa de mi estado, jamás había visto cosa igual, mis propios pensamientos me llegaron a ruborizar...quería tirar me sobre el, devorarlo, comerlo, sentirlo en mi boca..... pero mi moral o no se que me impedían seguir mis instintos mas salvajes y provocadores..... también saber que mi marido esta a no mas de diez minutos de aquí.....cuantas veces me había dicho de traer a un hombre de color para satisfacer mis apetitos mas voraces......y ahora allí estaba frente por frente.... un suspiro broto de entre mis labios y el joven exaltado, quiso recomponerse y taparse, moviéndose bruscamente y resbalando con la piedra pulida... en ese momento pude verle el rostro...ya decía que me parecía familiar se trataba del joven que vi bailando la noche anterior en uno de esos típicos espectáculos tan brasileños que juntaba lambada, samba y algún baile típico africano... cuando se repuso y por fin recupero la compostura, su cara de asombro subió dos tonos tras percatarse de mi desnudez, sus ojos me recorrieron centímetro a centímetro deteniéndose especialmente en mis pechos y mi sexo. Levantándose y comportándose con total normalidad se vino hacia mi y se presento:

- Mi nombre es Dudu – dijo con una voz varonil que rápidamente me transmitió seguridad – Disculpa mi comportamiento creí estar solo en la playa...
- No te preocupes hombre, culpa mía por no verte antes....soy Aruna... además es algo natural.

Extendió su mano hacia mi y yo le respondí igualmente, sus dedos eran grandes, potentes, vigorosos, su mano transmitía fuego en ese momento callo en la cuenta que era la misma mano que estaba usando durante su masturbación. Rápidamente la retiro mostrando claramente como se ruborizaba por lo que acababa de hacer.

- Mis mas sinceras disculpas – expreso Dudu
- Nada hombre – dije mientras se me escapaba una sonora carcajada – total, iba para la ducha de todos modos – comente mientras señalaba la cascada de agua que caía junto a nosotros.
- Pues adelante, hoy viene mas caliente que de costumbre, que la disfrutes – me dijo mientras se disponía camino del mar

Me dispuse a entrar bajo el flujo de agua mientras me deleitaba con la hermosa figura que veía irse , tenia una melena rizada muy semejante a la de mi chico, unos hombros torneados y trabajados daban paso a una espalda gigantesca, esculpida hasta el mas mínimo pedazo, justo donde comenzaba su pareo se insinuaban dos grandes y fuertes glúteos, que a su vez coronaban dos largas y bien formadas piernas, justo cuando llegaba a sus pies, vi como dejaba caer a un lado su pareo en la arena, dejando ante mis ojos todo el esplendor de su tan apetitoso trasero. En ese momento giro, sonriente levantando una de sus manos para saludarme, mientras me lanzaba un beso con la otra, justo cuando giraba pude entrever nuevamente sus increíble miembro viril.

El agua recorría desde mi nuca hasta mis pies, arrastrando consigo cada grano de sal de mi piel. Cerré los ojos dejando mi cabeza flotar, azotada por la imagen de ese cuerpo delante de mi, turgente, erecto. No se si eran las palabras de Dudu o realmente el agua bajaba con una temperatura anormal. Mas que refrescar abrasaba mi piel, abriendo cada poro, relajando mis músculos, sentí como las piernas comenzaban a flojear y como tenia un deseo irremediable de tumbarme en el suelo para sentir todo el poder del agua sobre mi.
Sentía como caía sobre mi vientre, mis pechos, mi cuello, mi rostro, acariciaba mis piernas, derramándose contra mi vagina, en un goteo casi precioso sobre mi clítoris que elevaba la temperatura de mi cuerpo, acalorando cada rincón de mi anatomía, bombeando sobre mis tetas, los pezones me pedían ser tocados, pellizcados, amasados...en realidad querían ser besados, chupados, mordidos.....por un momento estaba volviendo a mi aislamiento, volvía a olvidar el mundo exterior, percibiendo una vez mas como mi sensualidad explotaba dentro de mi, dejando que mis manos recorriesen mi intimidad tocando y jugando donde ellas quisieran.

Mientras me perdía en un mal de emociones y sensaciones, una risa juvenil y un tanto picara invadió nuevamente mi intimidad.

- Lo siento, mientras bajaba vi alguien en la cascada pero no pude imaginar que estarías tan a gusto – Me comento mientras me soltaba dos besos casi sin enterarme.

La escena era un tanto surrealista, yo completamente desnuda, en una playa de ensueño, a miles de kilómetros de casa, disfrutando con un agua densa y caliente, soltando toda mi  desbordante imaginación, un mozo interesantísimo disfruta de un mar acogedor, y una rubia desbordante, tapada con la expresión mínima del bikini, me estampa dos besos sin conocerme de nada.

- No te preocupes – le respondo balbuceante
- Veo que ya conociste a Dudu – me suelta señalando mi mano sobre mi monte de venus
- Solo me retiraba la sal – intente contestarle
- No te preocupes mujer, te entiendo mejor que nadie, me ocurre casi todos los días, es verlo y empezar a acariciarme. Por cierto mi nombre es Regina – volviendo a darme dos besos
- Yo Aruna, encantada....
- Y tanto nada mas hay que verte – dijo mientras soltaba una risa picara – ahora volvemos, voy al agua por el.....

Me quede nuevamente sola, en ese momento pensé lo que le gustaría a mi chico ver toda esta situación...Una pareja desconocida, yo, la playa....la situación no podía tener mas morbo...o quizás si....

- Aruna!!

No me lo podía creer, solo acababa de pensar en el y allí estaba...




Parte 2

- Philippe!!  - exclame mientras un escalofrió turbador recorría mi columna vertebral, descargando contra mi cerebro a una intensidad que aun sigo sin poder explicar, todos mis pensamientos emitían un erotismo arrollador, rara vez dejaba mi mente volar con tal magnitud, solía ser contenida, la parte racional de la pareja, pero esta vez era diferente, podía verlo desnudo junto a mi, saboreando los placeres mas sublimes de mi cuerpo, podía sentirlo en mi, a pesar de que aun no existiese contacto entre nosotros, la calidez interior sobrepasaba los limites de mi creciente imaginación....

Se acerco hacia mi, en los que me parecieron los segundos mas largos de mi vida, podía verlo caminar pero mi percepción era de una tremenda lentitud, cada paso suyo parecía una eternidad, los escasos metros que nos separaban se convirtieron en una maratón interminable, donde la única meta posible era acabar en sus brazos, esos brazos que tantas veces me habían abrazado, fundiéndonos ambos en un baile hacia la plenitud, mas relacionado con lo emocional que con lo carnal, sentirme rodeada por el era mi momento de desconexión, ese instante de seguridad que te hace olvidar todo lo cotidiano. El momento anhelado llego no sin antes esbozar una amplia sonrisa, seguida de un comentario que me devolvió directa a la realidad....

- Pero que haces desnuda mujer? Acaso olvidaste donde estas? – apunto Philippe mientras no podía evitar un brillo especial en sus ojos y una sonrisa que dejaba ver hasta el ultimo de sus dientes
- Estaba sola....hacia demasiado calor....y sin pensarlo dos veces.... decidí darme una buena ducha... – le conteste mientras sentía como el sofoco de mi cuerpo proseguía en aumento.... cuando por fin lo sentí llegar hasta mi y conectar sus labios con los míos, disfrute del que seria el primer orgasmo de la noche, fue algo explosivo, un sonoro jadeo salió de mi garganta ahogándose en el interior de su boca...jamás, podría haber supuesto algo así, no se si el encuentro con Dudu y su virilidad, la aparición de Regina con su magnetismo o la llegada de mi amor Philippe...pero pude sentir como de mi interior, se derramaba entre mis labios en dirección hacia mis piernas buscando llegar a tierra, un caudal de cálido flujo que nunca había visto salir de mi.. algo me decía que era una noche especial y que todo ya era diferente ....


Aruna era una mujer explosiva, el destino le había reservado un cuerpo sensual como en muy rara ocasión tuve la fortuna de ver otro igual, verla mostrando todos sus encantos, saboreando cada gota que se derramaba por su cuerpo, disfrutando con el calor tropical, me hacia sentir lleno de vida, a pesar de estar la noche entrante, una inmensa luna apuntaba tras las colinas, rápidamente la luz volvía a ganar los dominios dejados por el sol, pero la temperatura invitaba a relajarse y disfrutar de los placeres que la naturaleza nos brindaba.

Los primeros rayos de luna empezaban a posarse sobre su cabeza, el agua brillaba a su alrededor, creando un espectáculo de luces y brillos que ni el mejor cabaret podría organizar, el golpeo del agua sobre su piel creaba cientos de lentejuelas parpadeantes, que comenzaban a formar un traje de noche sobre su piel, el avance de la luna sobre el cielo me comenzaba a mostrar su fino cuello...sus hombros seductores... podía ver como su mano izquierda masajeaba sus grandes pechos y bajando sobre su vientre acariciaba profusamente en el interior de sus piernas.... esas largas piernas que tantas veces había recorrido con mis labios en busca de su sexo... se la veía espectacular, seria fantástico ver su rostro al verme llegar....

Baje lentamente la escalera de piedra, quería saborear cada instante, grabar en mi recuerdo su imagen, no seria demasiado complicado una escena así no se ve todos los días, y menos de manos de tu mujer. Cuando llegue a los últimos escalones , en el momento que la llame por su nombre todo su ser se sobresalto, evidentemente no se percato de que alguien bajaba las escaleras, estaba completamente ensimismada, sumergida en el mas profundo de los placeres.... pasado el sobresalto inicial exclamo mi nombre con una inusitada alegría. Me acerque hacia ella rápidamente, deseaba tenerla entre mis brazos, fundir mis labios con los suyos, amasar su cuerpo entre mis manos, poseerla allí mismo, haciéndonos uno solo con el universo. En cuestión de segundos, mi sexualidad tomaba el control de la situación, pretendiendo llevarnos a los dos a un goce solo al alcance de dos cuerpos pasionales.

La rodee completamente, mientras le preguntaba como era posible que la encontrase así, no podía creerlo, no estábamos en nuestro país, aquí las normas son diferentes, nada de topless y mucho menos nada de nudismo, pero evidentemente en aquel lugar y a esa hora nadie andaría por allí, mucho menos coincidiendo con la fiesta de la luna llena... precisamente esa fue su respuesta... ella pensaba que era imposible que nadie andase por allí en ese momento, e de reconocer que mi primera intención no era ir hacia la playa, pero conociendo su apatía ante las grandes eventos sociales, decidí antes de ir al pueblo, pasarme a ver si estaba aun en la playa. No puedo decir si fue la alegría de verme ante ella o si simplemente disfrutaba con un momento de conexión personal, pero tras posar mis labios sobre los suyos pude sentir como su vientre se convulsionaba y rozaba su vagina contra mi pierna, en un frenético y corto vaivén que le produjo de forma súbita el mas sonado orgasmo que junto a mi había disfrutado, era una diosa del sexo que ante mi se mostraba plena y dominante...tras separar nuestras bocas pude mirarla a los ojos, una llama de fuego se vislumbraba, era una Aruna nueva, modificada.. podía sentir toda su pasión que levantaba irremediablemente mi mas que nunca erecto pene, en ese preciso momento fui consciente de que no estábamos tan solo como creíamos, una pareja de esculturales cuerpos se acercaban hacia nosotros, mostrando una familiaridad para mi inesperada.

- Hola Aruna, veo que encontraste compañía...es lo que tienen estos lugares, nunca están tan solitarios como imaginamos.... Por cierto nosotros somos Regina, a sus pies – dijo aquella mujer despampánate, mientras realizaba una burlesca reverencia de cabeza y cuerpo ante mi, mostrándome sus mas que generosos atributos, reservados de la vista ajena por un minúsculo y casi transparente bikini– y Dudu, mi inseparable compañero – mientras el me extendía una mano fraternal, pensaba yo en ese momento
- Philippe, un placer conoceros, al parecer a mi esposa ya la conocen...
- Esposa? Eso que es? – dijo Regina mostrando una clara ironía
- Nada mujer una forma de hablar – le respondí cordialmente
- Si, a decir verdad nos acabamos de conocer, Dudu y yo solemos venir siempre la noche de luna llena a este lugar, el estaba esperando mi llegada, cuando conoció a Aruna, una diosa con forma humana – mientras le guiñaba un ojo a mi mujer  y le tiraba un beso – que a resultado un verdadero placer encontrar.
- Anda mujer, tampoco a sido para tanto – comento mi mujer pretendiendo quitar hierro al asunto
- Pues será hora de que empiece a ser

En el preciso momento que pronuncio la ultima palabra Regina se giro sobre el musculado torso de Dudu, si Regina era una explosiva ninfa sexual, el cuerpo de el era de un verdadero adonis, enlazando una serie de rápidos movimientos ella se encontraba completamente subida en el, rodeando la cintura con las piernas, apretando fuertemente su vientre contra los fornidos abdominales de el y parte de sus pectorales, comenzó a darle una serie de suaves y delicados besos por todo su rostro.  Por debajo de Regina se podía ver claramente, como el exhibía con todo su esplendor, algo sobrehumano, que pugnaba por golpear el tremendo trasero que poseía su mujer, que se tragaba entre dos nalgas inmensas y elevadas un escueto tanga, coronados por un ligero volante que daba a la escena sin duda un toque mucho mas provocativo...mire el rostro de mi mujer, como repasaba una y otra vez la inesperada visión que tenia ante sus ojos, como sus pechos palpitaban de excitación y como su mano comenzaba a recorrer mi espalda en dirección hacia mis glúteos, al llegar a mi bañador volvió su cara hacia mi, y me soltó un beso lleno de amor y mas pasión de la que yo recordaba. Su lengua empezó un juego dentro de mi boca, rozando cada parte en un movimiento casi penetrante, que elevo mas aun el grosor de mi pene erecto, mostrando la mas picara de sus sonrisas comenzó un descenso evocador, se detuvo a morder mi cuello, mis pezones, volvía rápidamente hacia arriba queriendo arrancar un pedazo de mis labios tras comer mi boca, para a continuación volver en un sube y baja delirante. Una vez sus manos descansaron ambas sobre mi prenda, comenzaron a tirar de ellas hacia abajo queriendo liberar mi miembro en un frenesí sexual.  Me sorprendió cuando tras liberar mis partes erógenas lo primero que hizo fue agarrar mis testículos con sus manos en forma de cuenco y tras elevarlos y masajearlos firmemente comenzó a absorberlos y casi morderlos...podía sentir sus dientes jugueteando con mi intimidad y sentía que quería explotar, deseaba soltarlo todo sobre su cara, sus pechos ...levantando la vista pude observar como Regina comenzaba un lento sube y baja sobre los brazos de Dudu, su parte baja del bikini había desaparecido y con ella la bestialidad que tenia el entre las piernas, era increíble por que a pesar de su poderío ella no debía de medir mas de un metro sesenta, y el era bastante mas grande que yo, debería rozar casi los dos metros, parecía una muñeca en brazos un gigante que se convulsionaba como si quisiera escapar elevándose hacia los cielos.
Baje nuevamente la vista hacia Aruna, estaba bellísima, los reflejos del agua magnetizados por la luna llena agudizaban los destellos rojizos de su cabello, si seguía de esa forma no podría contenerme por mucho tiempo, se aferraba a mi dándome tal placer que estalle, liberando toda mi presión sobre la piedra, sentía como seguía vibrando a pesar de semejante explosión sexual. Una vez Aruna se levanto junto a mi nuestro abrazo nos llevo a un estado sin igual, nuestro momento de paz acabo justo cuando Regina, cabalgando cual amazonas sobre los lomos de su caballo, disfrutaba con un orgasmo celestial, y su apuesto Dudu emitía un gruñido casi gutural justo en el momento de llegar al mas profundo clímax. 
Nuestras cuatro almas quedaron en ese momento unidas por una mirada cómplice, donde semejantes se reconocieron entre ellas. Tras unas risas tímidas y algún comentario granuja, decidimos los cuatro tomar un placido baño, bajo el influjo de la luna llena, que coqueta se refleja sobre un mar ahora totalmente en calma.



Parte 3

El silencio a su alrededor, levemente interrumpido por el suave y melódico trino de aves conocedoras del paraíso, invitaba a continuar disfrutando de ese mágico momento que es el amanecer, la suavidad de las sabanas se extendía por encima de su piel activando dulcemente, poro a poro, cada centímetro de su exuberante cuerpo,  roneante gozaba desperezándose, extendía sus brazos, giraba  muy despacio sobre si misma, sus pies que recorrían cada extremo de la cama empujaban sobre la mosquitera buscando comenzar un nuevo día.
Tras deleitarme con la visión de su figura camuflada bajo los pliegues de la sabana, decidí que la noche para ella aun continuaría, acercándome muy lentamente hacia las ventanas, sintiendo bajo mis pies como la madera a pesar de llevar tan solo unos minutos recibiendo rayos de sol ya comenzaba a subir de temperatura,  cerré las contraventanas y baje las cortinas, quería que descansase, ayer fue una jornada agotadora y el cuerpo necesita también reposo, hoy el despertar lo marcara el aroma del café.



La habitación, era un verdadero placer, bien entrada la noche cuando la selva es recorrida por una brisa fresca, estar en su interior resultaba de lo mas acogedor, gracias a sus grandes cristaleras recogía un gran calor, que invitaba a deleitarse con las excepcionales vistas de la floresta tropical, durante el día, si cerrabas completamente las ventanas permanecía fresca durante gran parte del día, siendo entonces un lugar donde resguardarse del sofocante calor diurno.
Sentía mi cuerpo palpitante, una vitalidad reconfortante recorría todo mi interior, algo en mi quería saltar y comerme el día, sin embargo la suavidad de las sabanas resbalando sobre mi piel despertó el que en principio era un leve recuerdo, seguidamente una ráfaga de visiones aparecieron ante mi, pronto desbocaron y el recuerdo fue tomando forma transformándose en una escena del séptimo arte que se emitía para un publico completamente privado, los turbadores recuerdos dieron paso a mi, tan fácilmente estimulable imaginación.
Súbitamente sentí como mis manos muy dulcemente acariciaban mi vientre, continué mi intima caricia sobre mis pechos, mi cuerpo sentía un fuego nunca antes conocido, todo mi ser resudaba sensualidad, los latidos de mi corazón empujaban mi torso viendo como mis pezones endurecían y mi piel se erizaba, mi mano derecha comenzó nuevamente a bajar lentamente, no podía tomar el control, normalmente despertaba casi sin tomarme nada de tiempo, salía disparada de la cama en dirección a un día mas, hoy no, hoy disfrutaría mi amanecer. Mis ojos se abrieron, tomando conciencia de mi pequeño error, el día ya había comenzado, no para mi que seguía placidamente en la cama, mi gran amor, Philippe, había cerrado completamente las ventanas, creándome un ambiente perfecto para disfrutar aun mas en el mundo de los sueños. 
Una aromática fragancia de café inundaba la habitación, radiante deje que mi manos siguieran su juego, abusando de las yemas de mis dedos, rozaba muy lentamente por encima de mi vello, recordaba el minúsculo tanga de Regina, sin duda tendría que recortar un poco para poder usar uno semejante, si yo creía que mi sofoco no podría ir en aumento me equivocaba, recordar el encuentro de ayer hacia que mi cuerpo se retorciese de placer, vibrando sentí como mis dedos apretaban mis labios, siguiendo con rápidos y rítmicos movimientos sobre mi centro del placer, todo mi cuerpo exploto en un sobrecogedor torrente de impresiones, que iban desde escalofríos, hasta unos temblores que empujaban mi mano sobre mi vulva en un roce cercano a la penetración, la imagen de Dudu apareció fuertemente ante mi, sintiendo como me desvanecía en un orgasmo diferente, largo y fuerte, se sacudía dentro de mi, provocándome espasmos justo en el momento que sentía la mirada de Philippe sobre mi,  su enorme sonrisa mientras daba un sorbo a su taza de café, y el brillo centelleante de sus ojos, me dejaba claro que estaba disfrutando del espectáculo, pero sin duda la excitación latente bajo sus pantalones era la prueba mas fehaciente que el placer era conjunto.

- Buenos días mi vida, ¿qué tal dormiste?
- Hola mi cielo, que rico aroma!!
- Te apetece un poco? – comenta Philippe mientras se acerca a la cama, dejando la taza sobre la rustica mesa de noche para poder abrir la mosquitera.
- Claro!!

Mientras se acerca, me  reclino sobre las almohadas, las sabanas caen dejando mi cuerpo desnudo bañado por la luz de un potente sol que entra por la ventana prometiendo un radiante día, puedo sentir como el calor provoca que las primeras gotas de sudor comienzan a surgir de mi piel, después del fantástico despertar, creo que pronto voy a necesitar una ducha.

- Sabes que me encantas? – pregunta sarcásticamente Aruna
- Nunca me había percatado – comenta altanero, mientras una risa escapa de su boca – no será por el café?
- Por el café también – mientras mueve hábilmente su manos hasta situarlas encima de su virilidad erecta – y por ella..... – comenzando un movimiento para introducirla bajo los pantalones

Mientras la mano de Aruna entra, siento como su piel emite un calor intenso, ingenuamente situó mi mano sobre su frente, esta hirviendo, la beso en los labios y puedo sentir como su boca es puro fuego

- Te encuentras bien? – Pregunta Philippe inocentemente
- Por supuesto... acaso no me ves bien? – mientras coqueta acomoda su cabello sobre sus finos hombros y continua insinuante jugueteando con la mano entre sus piernas, sube delicadamente dejando que sus uñas se deslicen sobre la piel, es un movimiento sutil, pero consigue que bajo los pantalones su miembro pugne por escapar.
- Si sigues por ahí no salimos de la cama....
- Acaso tienes algo que hacer? Recuerda que si estamos aquí, es para relajarnos un tiempo.... – sus manos, mostrando una maestría propia de una profesional, había comenzado un movimiento de sube y baja sobre su pené que provoco que las caderas de Philippe se acompasasen, provocándole un placer enorme, acercando su feliz cara hacia Aruna, comienza a besarla apasionadamente.
- Solo quería acercarme a por algo de fruta y verdura... puedo salir dentro de un rato

No pude evitar lanzarme encima de el mientras pronunciaba las ultimas palabras, coloque firmemente mis piernas a ambas partes de su cadera, uniendo mi sexo con el suyo,  exceptuando mi camiseta todo mi cuerpo  desnudo insistía en buscar el contacto de la piel de mi amante, mientras masajeaba mis pechos, podía ver el morbo reflejado en su rostro, el contacto con sus duras manos hizo que mis pezones presionaran sobre la tela, pasando las manos bajo mis brazos, cruzo sus manos sobre mi espalda aferrándome hacia el, su pene, oculto bajo sus pantalones, frotaba en un movimiento circular que habría paso en lo mas intimo de mi cuerpo, no podía soportar mas, necesitaba sentirlo dentro, lo necesitaba ya....

Aruna había atrapado en su interior todo el calor del trópico, su piel ardiente, me contagiaba un intenso calor, casi sofocante, mi cuerpo en un intento por refrigerarse, comenzó a sudar, sudor que parecía aumentar su excitación, sus labios recorrían mi piel, absorbiendo cada gota, besándome, mordiéndome, tras deslizarse ágilmente hacia atrás, situó cada mano a un lado de los pantalones y mientras clavaba sus ojos sobre los míos, comenzó a bajarlos dejando toda mi sexualidad junto a su boca, tras un par de dulces caricias y algún tímido beso, comenzó a meterse el inicio de mi miembro entre sus labios, en un movimiento acompasado con los empujones que lanzaban mis glúteos, podía sentir todo el calor de su interior que me excitaba de sobremanera, sentía como vibraba en su boca en un intento de introducirse mas adentro, mi pie había quedado colocado justo bajo ella, rozando justo donde se encuentran las piernas, provocando que de vez en cuando un jadeo provocase que mi pene entrase aun mas en su interior. La humedad y el calor que reinaba en su vulva facilitaba el roce, siendo mi dedo gordo el pionero en visitar su interior, introducía la punta buscando su confirmación, la cual me transmitió empujando ella misma en busca de una mayor satisfacción, lo oprimía con ganas queriendo tenerlo completamente dentro de ella. Aruna emitía sensualidad, una sensualidad arrolladora que provocaba que todo mi ser vibrara ante el pensamiento de estar en su interior, no era la misma que otra tantas veces, estaba decidida a coger las riendas y galopar tal cual lo haría una amazonas a lomos de su corcel.

Tras volver a situar su cara a la altura de la mía y fundirnos en un tórrido beso inundado de sexualidad, introdujo resuelta su mano entre nuestros cuerpos agarrando mi sexo y colocándolo a la entrada de su maravillosa cavidad interior, comenzó a torturarme en un rítmico movimiento de caderas, en el que tan solo permitía que la punta de mi masculinidad entrase en su magnifico jardín. Tras colocar sus manos sobre mi pecho y reincorporarse, comenzó un frenético baile gobernado por sus lumbares, mientras sus glúteos apretaban y soltaban, provocando que mi pene se abriese camino en su ardiente interior. 



Podía sentirle como muy lentamente penetraba, rozaba a su paso elevando mas aun la calidez que emitían las paredes de mi interior, sentía como las orejas me ardían, necesitaba sentir sus labios sobre mi piel, sentir como sus dientes agarraban mis lóbulos, como estiraban mis cartílagos, el erotismo y la sensualidad estaban dentro mía, por fin volvía a sentirme yo misma, estaba repleta de vida, y pronto repleta de el, con sus manos sobre mis glúteos, apretaba en busca del placer definitivo, de soltar su elixir dentro de mi..... el rítmico y acelerado balanceo bajo mi, provocaba un cálido y fluido torrente que descendía de mi interior sobre su miembro, derramándose sobre su cuerpo. Reclinando su cuerpo, comenzó a morderme los pezones como si los quisiera arrancar, el contacto de sus dientes resultaba placentero, descargas eléctricas recorrían mis senos en una mezcla de placer y dolor, sus ojos penetrantes buscaban mis rostro entre mis cabellos, que danzaban alegres entre nuestros rostros,  tras el primer contacto visual, sentí como de mi interior  fluía una serie de orgasmos cortos e intensos, que inundaban mi estomago retorciendo mi interior, buscando rellenar cada hueco de mi intimidad.


Podía sentirla vibrar sobre mi, creo que nunca la sentí irse de tal forma, la fragancia que emitía, dulce y salvaje, levantaba lo mas primitivo de mi ser, arremetiendo ferozmente contra ella, elevándola sobre mis brazos una y otra vez, me deshice en su interior, soltando toda mi pasión, inundando su vagina con todo mi liquido seminal, seguí los movimientos hasta sentir como la extenuación recorría mis músculos, no podía moverme, pero todo el erotismo reunido hacia que mi sexualidad permaneciese firmemente en su interior.

Tras unos apasionados besos y unos mimos reconfortantes, salió de la cama en un felino movimiento para deslizar la mosquitera sobre su cabeza, se reclino dejándome ver su precioso trasero, así como la belleza de su sexualidad, sus labios, rojos y abultados, además de expuestos tras el ultimo rasurado, resultaban de un apetitoso sin igual, se me hacia agua la boca y los instintos animales volvían a latir en mi.


- De veras te vas a ir y dejarme así? – comento Philippe señalando su nuevamente abultada entrepierna
- Claro... así me buscaras dentro de poco....

Girándose sobre la puerta del baño, llevándose la mano hacia sus labios, para lanzarme un cálido y largo beso, su amplia sonrisa fue lo ultimo que vi tras desaparecer en su interior, era pura magia y me tenia completamente enamorado. Mientras me dirigía hacia la planta baja, relajaba mi vista con la fantástica panorámica que tenia ante mi, un instante después olí un familiar olor a incienso, un olor único que hacia demasiado tiempo no había podido disfrutar, y lo ultimo que podía imaginar era que Bianca, tras tanto tiempo estuviese nuevamente en nuestro hogar, bajando precipitadamente los grandes escalones, me la encontré sonriente disfrutando de una taza de café, reclinando la silla sobre la pared, dejando ver sus dos majestuosas piernas, coronadas por un pequeño pantalón blanco y su firme y poderoso vientre, disimulado por una camiseta raida, sus pechos, parecían mayores que nunca, apretaban la camisa dejando poco lugar a la imaginación, cuando por fin llegue a su cara, tenia la misma maliciosa sonrisa de siempre y los rizos de su pelo, se extendían mas allá de lo que nunca vi....evidentemente quede con cara de lelo


- Vaya manera de recibir a las amigas.... – soltó mientras saltaba sobre mi......



Parte 4


La impresión que me causaba verla ante mi era sobrecogedora, si los últimos días estuvieron llenos de pasión y fantasía, lo único que lo podía incrementar seria su llegada. Para nada podíamos imaginar que estaría con nosotros, la hacíamos surfeando en algún lugar del Pacifico, su verdadero amor. Aruna y Bianca, eran cada una la cara de una moneda, opuestas y complementarias, cada vez que estaban juntas nada a su alrededor podía ensombrecer su mágica conexión. Cada vez que empezaban a conversar la una acababa la frase de la otra, dando la impresión de estar la una dentro de la otra.

La primera vez que pude disfrutar de la presencia de Bianca, fue durante un duro día de marcha en lo mas profundo de la mata atlántica, tras horas de un agotador esfuerzo, el grupo del que éramos parte llegamos a una zona de especial interés debido a el gran numero de orquídeas que se encontraban en el lugar, el que en principio era nuestro objetivo fundamental, se presento ante nosotros en tal cantidad y proporción, que las memorias digitales pronto comenzaron a llenarse con cientos de fotografías. Cuando los primeros integrantes del grupo decidieron dar por concluida la sesión fotográfica, dieron comienzo a preparar una merienda bajo la densa sombra que otorgaban las bananeras cercanas al pequeño arroyo que cruzaba tan bello lugar. Yo decidí seguir indagando en tan exuberante paraje, en busca de la orquídea perfecta. Parándome entre unos helechos gigantescos, pude oír los roncos suspiros que emitía una mujer no muy lejos de mi. Subida en el tronco seco de un gigantesco ficus, con la mirada perdida ante el firmamento, apareció en mi objetivo exuberante de belleza, regalándome la mejor fotografía posible. Deleitándose a si misma, sin importarle el mundo exterior, continuo hundiendo uno a uno los dedos por su interior, sacándolos a continuación para introducirlos en su boca y succionarlos con lujuria, sintiéndome un fotógrafo erótico continué disparando mientras la erección mas brutal hacia presencia en tan excitante momento.
Muy cerca mía pude ver como otro integrante del grupo estaba contemplando exactamente la misma escena que yo, pero debido a que se encontraba algo mas bajo que yo en la ladera, el no podía verme a mi. Gracias a que había desconectado el sonido de la cámara, pude permanecer en el mas absoluto anonimato, lo que me permitió llegar a captar escena tras escena uno de los encuentros sexuales mas potentes por mi vistos hasta el momento.

El otro fotógrafo esporádico fue sorprendido inesperadamente por la mirada de Bianca, sus ojos se clavaron en ser con una fuerza arrolladora. Súbitamente el se dispuso a dejar su cámara guardada en su funda, rápida pero atropelladamente, atino a deshacerse de su mochila, introduciendo precipitadamente la cámara en su interior, dando la impresión de que esta se resistía a entrar completamente, la escena adquiría por momentos un tono humorístico que se reflejo en la sonrisa maliciosa que la sensual boca de tan irreverente ninfa mostró para mi objetivo.

Ella descendiendo hasta colocarse cómodamente sobre el pulido tronco, extendiendo su mano izquierda le indicaba con sus dedos que se acercara, sin pensarlo dos veces, igual que respondería un perro ante su dueña, se acerco velozmente tratando de avanzar con rapidez entre la espesura de la vegetación que le antecedía, continuando con la misma clave de humor, los pasos de el pasaron de torpes a casi milagrosos, llegando tras varios traspiés hasta los pies de su diosa. Soltando una carcajada que debió de oír el resto del grupo ya que no estaríamos a mas de doscientos metros, elevo la cara del que seria su compañero sexual situando su pie justo bajo su barbilla y elevándolo suavemente indicándole que debía subir algo mas arriba, sumiso se dispuso obediente, situando sus manos sobre las fuertes caderas de ella y justo cuando la cabeza de el llego a su entrepierna, situó nuestra ninfa sus manos sobre ella empujándole contra su sexo mientras abría un poco mas sus piernas dejándole espacio para que no tuviera ningún impedimento a la hora de tan honorable misión.

Tras largo rato utilizando a su espontáneo vasallo, sin cambiar prácticamente de posición solo azotando el rostro de su humilde compañero con los fuertes movimientos pélvicos que realizaba, decidió que era momento de que otra zona de su mágica anatomía recibiera su ración de placer. Girándose sobre si misma quedando totalmente abrazada a su anteriormente respaldo, extendió sus brazos sobre la corteza del gigantesco árbol, reclino su torso, exponiendo la entrada al paraíso, su esclavo en un ademán de retomar la compostura, se levanto y bajo los pantalones tan rápido como fue capaz, ella dominante como solo una mujer como ella podía ser, le ordeno que volviese a bajar y siguiera exactamente con lo que hacia con anterioridad. Sin decir la mas mínima palabra el bajo su cara hacia un culo que pedía ser profusamente deleitado. Esa mujer estaba echa para el goce y sabia como quería recibirlo, a pesar de el insistir en lamer y besar sus labios íntimos, ella elevaba su rostro para situar la lengua que le ofrecía placer a la altura de la cueva que tantas veces Aruna me había prohibido visitar en su espléndida anatomía. El invitado de honor seguía  concienzudamente su labor, introduciendo todo lo posible su lengua en tan apretada cavidad. Apretaba sus glúteos en un insistente vaivén, sus manos apretaban con firmeza la cabeza de el, aferrándose al tremendo instante de placer que parecía recorrer todo su ser.

El se levanto nuevamente, en esta ocasión la dominante ninfa permitió que su atónito amante acercase su virilidad hasta la entrada de su hendidura, devolviéndole una mirada acosadora, el se introdujo muy despacio y haciendo gala de un respeto que rozaba la dominación, prestando una atención reverencial ante los movimientos de su dueña, agitando en un contoneo casi espasmódico sus glúteos, introdujo casi completamente todo lo que el le ofrecía. Ella descarada le incitaba con frases bastante subidos de tono que provocaban el incremento de intensidad en las embestidas que recibía,  cogiendo las manos de el y situándolas sobre sus dos fabulosos pechos, indicándole claramente que las apretara entre si, quería sentirse completamente dominada pero no era algo sencillo. Tras una consecución de brutales embestidas que la hacían sentir la presión del tronco contra ella, su partenaire de excepción acabo arrojando irremediablemente toda su simiente en su interior, tras sentirlo depositado en lo mas profundo de si, se alzo girándose sobre si misma y mostrándole claramente que aun no había quedado satisfecha con el gesto de su mano sobre su placido miembro, le beso apasionadamente en los labios apoyando sus manos encima de sus hombros y presionando hacia abajo.... aquella mujer no era una mujer cualquiera, irradiaba una energía particular e increíblemente potente, todo la selva parecía deleitarse con su presencia.

Los duros movimientos que realizaba delataban que su momento estaba a punto de llegar, su cara se congestiono por un momento, la presión de sus labios se reflejaba a lo largo de su perfecta mandíbula, las dulces facciones de su cara volvieron, cuando tras sacudir enérgicamente su cabeza hacia los lados, desato en un frenesí mientras clavaba sus uñas sobre los hombros y la espalda de su afortunado y aun incrédulo compañero en tan intimo momento. El parpadeo rojo que me avisaba que la memoria se encontraba completamente llena, me hizo darme cuenta que no había parado de fotografiar, tras comenzar a ver alguna de las instantáneas, pude observar como justo cuando el orgasmo hacia su presencia en ella, sus ojos obscenos penetraban la lente de mi cámara trasladándose hasta lo mas hondo de mi alma.

Tratando de disimular lo mayor posible, volví con el grupo mientras trataba de relajar la excitación de mi mente, quería borrar lo visto, volver con el grupo y seguir con el resto del día con la mayor normalidad posible, pero con Bianca cerca eso no seria posible, tras llegar y besar con mas pasión de la que el momento precisaba a mi amor, sentí su mirada clavada con una fuerza magnética sobre mi, tal y como me giraba la atlética y bronceada ninfa apoyaba su mano en mi, comentándome al oído:

- Has sido malo, no esta bien eso de fotografiar sin pedir permiso, aunque en tu caso haré una excepción.....espero veros pronto
Dijo acercándose y besando dulcemente los labios de Aruna, que tras la sorpresa inicial le respondió con un encantada de conocerte  y una cara de picardía que muchas veces aparece ante mi en lo mas placentero de nuestros encuentros, provocando la mas caudalosas eyaculaciones......


Parte 5

La ducha me resultaba tremendamente reparadora, el ritmo cardiaco que sacudía mi corazón parecía no terminar nunca, subí la intensidad del agua caliente buscando relajar mi cuerpo, la sutilidad con la que se desarrollaban los acontecimientos me permitía aun mas disfrutar con los tórridos recuerdos que se acumulaban en mi cabeza, Dudu y Regina habían quedado grabados en mi, volvían una y otra vez a mis pensamientos, podía verlos perfectamente ante mi, sentir su imponente presencia llena de ardiente intensidad. En lugar de conseguir la relajación pretendida, nuevamente mis manos mas que limpiar mi cuerpo, dedican por toda mi piel la mas delicadas de las caricias, mi respiración se vuelve acelerada, cierro los ojos deseando liberar mi mente, volar libre y soltar todos mis amarres, para desvanecerme en un placer infinito, propio, aturdido por la presencia de tan eléctrica pareja, que conocedores de los mas sublimes placeres, compartieron junto a nosotros tan explosivo momento.

Mis rodillas tiemblan, cuando desde la planta inferior, un susurro conocido llega hasta mis oídos.
Junto a la voz de Philippe, la mas sublime de las voces vuelve a entrar dentro de mi, revolviendo en mi estomago un torbellino emocional, me hace cuestionar mis propios sentidos, no puede ser, en teoría es imposible, si mismamente ayer por la mañana me dijo que este año no podríamos vernos.
Acabe de tomar mi ducha lo mas veloz que pude , no podía dar pausa al caudal de pensamientos y emociones que me recorrían, agarrando la toalla salí del baño buscando la escalera, quería confirmar a mi oído, no podía ser una imaginación, era su voz.....
                       
Su magnetismo animal seguía intacto, mi fiera salvaje, mi maestra y confesora, llenaba cada porción de mi retina con una imagen la cual me había hecho a la idea de no ver.

- Pero tu que haces aquí? – dejando caer su toalla mientras extendía sus brazos buscando el contacto directo, parecía acabar de creerse que realmente estaba allí con ellos, fundiéndose ambas en un tierno y largo abrazo, como trozos de un puzzle que encajaban entre si después de mucho tiempo separados.
- No te alegras de verme? – susurro cerca del oído de la eufórica Aruna, que arrolladora, apretaba entre sus brazos, estrujando sus senos desnudos contra el pecho cubierto gracias a la leve camiseta que disimulaban sus tan jugosos pechos, las manos de ambas recorrían sus cuerpos en un intercambio sublime, daban la impresión que buscaban algún cambio a lo largo de su anatomía.
- Claro tonta, como si no se me notase!! No imaginas lo triste que me puse tras saber que no vendrías – contestaba Aruna casi fuera de si por la emoción acumulada.
- No tenia confirmado el vuelo, y preferí no decir nada por que el próximo salía en una semana, ya sabes, es lo que tiene la isla, si no salía a medio día de casa era imposible llegar hasta aquí antes que volvierais a España, así que sorpresa!!

Sentir el contacto con Bianca relajaba mi espíritu, Philippe aportaba mucho a mi vida, pero cerca de ella todo era diferente. Podía parar mi mente y dedicarme a sentir, percibir cada instante del día como el momento único que es, sin prejuicios, liberada de la moralidad que reprime nuestros instintos, dando lo mejor de mi misma, con un solo objetivo el placer de estar vivos. La melodía que emitía su voz tras salir de sus labios se convertía en huracán que arremetía una y otra vez contra la parte racional de mi cerebro, cuantas noches tras charlar, reír, despotricar, cotillear y liberar nuestro sarcasmo mas mordaz a través del teléfono, acababa sintiéndome trasportada por las sórdidas aventuras que el destino le deparaba, mientras daba rienda suelta al fuego interior para sumergirme en el mas sublimes de los deleites.

- Sorpreson diría yo!! No sabes como te echaba de menos, te necesito cerca amor – estampado sus labios Aruna  con tal fuerza que Bianca, descuidada, tuvo que esforzarse en respirar profundamente por su nariz para poder aguantar el apasionado beso que su  leal amiga y ocasional amante le estaba otorgando – te quiero sola para mi, sígueme....
- Veo que no piensas darme tregua – contesto la apuesta morena, mientras delicadamente depositaba la taza de café sobre sus labios inclinándola firmemente para saborear cada sorbo, levanto su magnifica figura, seria digna de la mejor de las pasarelas, aquel cuerpo de líneas clásicas hubiese sido halagado en la antigua Grecia tal y como lo es en la actualidad – menos mal que descanse cinco minutos al llegar
- Así? Sin mas?? Ya me abandonáis?? – comentaba un risueño Philippe
- No tontorron – mientras giraba para guiñarle un ojo – todavía te dejo que me subas la maleta...eso si, luego, tu mujer y yo tenemos derecho a un rato de intimidad, no ibas a traernos algo de fruta? – tirandole un beso desde sus armónicos y carnosos labios.
- Si es que no cambias – cambiando la sonrisa por una mueca que trataba de mostrar un enfado, que el centelleo de sus ojos, demostraba no ser real.
- Venga amor, que tenemos muchas cosas de que hablar, ya habrá tiempo para que Philippe nos entretenga – soltó Aruna casi desde la planta alta.

Los recuerdos almacenados por aquella casa, comenzaba a reflexionar Bianca, provocaban que un permanente erotismo flotara en el ambiente. El frió suelo de cemento pulido de la planta baja, contrastaba con la calidez de las molduras de madera, durante los duros días de verano, cuando Helios señor del sol, imponía su dominio sobre todo ser vivo, permanecer tumbados sobre los pareos o cómodamente sobre las hamacas, sintiendo todo el frescor rodear tu cuerpo, conversando largo y pausado, disfrutando del placer de las palabras, en tardes que concluyen tras bajar placidamente al rió.
Toda esa energía positiva, se acumulaba haciendo de ella nuestra cueva privada donde soñar deleitándonos en nuestra compañía, Aruna y Philippe, eran sus creadores, con constancia habían logrado establecer un lugar para el esparcimiento de los sentidos, un lugar diferente de lo común donde liberar todo el potencial de nuestra imaginación.
Llegar por el camino de arena podía ser un mágico paseo en un día soleado, o convertirse en la mas difícil de las hazañas tras los  días de lluvia tan habituales en Bahía.
Una vez cruzabas el oscuro rió por consecuencia de la elevada concentración de hierro, acababas de comprar un pasaje hacia el paraíso, la inclinada ladera, gracias al esfuerzo del señor Gonzalo y toda su familia, había sido convertida en un jardín comestible repleto de frutas tropicales como mamaos, abacaxis, bananas de multitud de variedades, las mangas rosas mas deliciosas acompañadas por aguacates de un tamaño increíble, no visto fuera de la región, y el cacao fruto que hasta que no conoces en origen no sabes lo increíble que puede ser, sentir la pulpa que rodea la simiente recién cosechada es lo mas similar a sentir un orgasmo en la boca.
La tremenda cascada o cachoeira como dicen en el país, era el colofón espectacular que daba vida a todo el jardín gracias a su potente caudal, llevando el preciado liquido hasta las plantaciones gracias a una red de canales y estanques que con sus preciosos nenúfares y la poderosa presencia de la selva virgen justo al fondo de la imagen, cautivaba al mas exquisito de los humanos.
Dejada a tras tan magnifica plantación, la frondosa vegetación existente creaba una cúpula verde sobre nuestras cabezas, era el preámbulo al edén. 
Franqueada por los restos del antiguo muro levantado piedra sobre piedra por las manos de los esclavos raptados en el continente africano, la entrada de la finca indicaba claramente la delicadeza y el refinado gusto de los anfitriones, en un intimo baile, enredaderas de coloridas flores, trepaban entre una especie de bananera cuya flor era de una belleza comparable a la mas linda de las orquídeas, estas también estaban presentes junto a gigantescos parásitos de aspecto similar a  los cactus, colonizando las alturas creadas por los inmensos árboles que salvajemente pedían recuperar para si este territorio. tras cruzar el tosco portón de madera, una suave pradera se extendía bajo nuestros pies invitando de entrada a caminar descalzos, jóvenes cocoteros se erguirán presumidos adquiriendo en ocasiones sus troncos formas fálicas, cuyas bases decoradas con plantas de unos sorprendentes colores oscuros que dominaban desde los tallos hasta las mismas flores.
Paso a paso nuevos descubrimientos estimulaban sensualmente los sentidos de los afortunados visitantes a tan particular edén, hamacas colocadas estratégicamente reservadas de las miradas ajenas invitaban a disfrutar con todo placer imaginable, pomposos setos herbáceos rompían la visión creando una y otra vez un rincón nuevo donde pecar. La sencilla casa se adaptaba perfectamente al paisaje, las paredes de piedra se camuflaban de maravilla gracias al musgo y las trepaderas, incluso algún helecho que crecían libremente. El rustico techo de teja antigua, rescatada de la antigua hacienda desde donde se dirigía la hoy ya no existente plantación de cacao. Su interior, escasamente amueblado, era un ambiente diseñado para el esparcimiento sensorial, las vigas provenientes de maderas rescatadas del suelo húmedo de la selva y rigurosamente seleccionadas, partían desde el frió pero acogedor suelo hasta los altos techos que coronaban en unas fantásticas lámparas arabescas, la amplia escalera era uno de los lugares preferidos para entablar largas conversaciones, las espléndidas vistas servían como telón de fondo a confesiones privadas que solo dos grandes amigas se pueden contar.

Mi lugar predilecto era la enorme cama, podía estar días en ella, tenia el punto de dureza adecuado pero conservando un tacto blando que te atrapaba irremediablemente, Aruna amaba las suavidad y necesitaba sentirla constantemente, sus sabanas siempre eran de lo mas delicado, la mosquitera propia de un cuento de hadas estaba decorada por unos detalles de un erotismo evocador, las gruesas vigas que coronaban el dosel lucían unas vetas con dibujos obra de la madre naturaleza, no sabia de que manera Philippe se las apañaba para tener siempre la pequeña mesa  del rellano rebosante con agua y fruta fresca, en ocasiones durante largas y tórridas noches de sexo desenfrenado, un feroz apetito atacaba desde nuestro estómagos y nunca necesitamos bajar mas allá de la escalera, siempre oculto tras alguna pieza de fruta un bombón de chocolate conseguía sacarnos la mayor de las sonrisas.

- Bueno entonces aprovechare para hacer mis tareas y luego comemos juntos – dijo Philippe sacando a Bianca de sus pensamientos
- Estupendo cariño, que tengas una mañana preciosa – contesto Bianca, mientras le daba dos sonoros besos en sus pómulos prominentes y un tercero en sus labios
- Hasta luego vida!! Te dejo en las mejores manos!! – grito Philippe bajando la escalera
- Como lo sabes!! – grito desde el baño una excitada Aruna

Por fin estábamos de nuevo juntas, no quería ni recordar el tiempo que llevaba sin verla, entre una y otra cosa la vida no nos dejaba estar todo lo unidas que nos gustaría, pero no iba dejar que mis pensamientos gastasen nuestro tan preciado y escaso tiempo.

- Deberías venirte a vivir con nosotros – soltó tajantemente Aruna
- Eres una osada, acabaríamos matándonos!!
- Parece mentira que digas eso....alguna vez discutimos?
- Por que no vivimos juntas, si no ya me dirías tu – mientras le acariciaba el cabello tímidamente casi como dos desconocidas
- Dame una razón, solo una....
- Acabaríamos nuestra magia cariño, es mejor así.... sabes que te echado mucho de menos....tengo tanto para contarte....tanto para mostrarte – la caricia había descendido postrando sus manos contra los riñones de Aruna, la cual dejando el cepillo que con el cual desenredaba sus rojizos y lisos cabellos giro sobre si misma hasta situarse cara a cara, sus miradas se cruzaron con una elevada intensidad, sus rostros relajados expresaban la paz que se daban entre si, las manos de Bianca quedaron sobre las caderas de Aruna, aferrándose las dos en un profundo y sincero abrazo
- Amor tengo la espalda un poco cargada, que tal están tus manos? – la pregunta en si era bastante irónica, las manos de la intrépida suiza eran pequeñas, suaves, sensuales, delicadas, sabe donde tocar, cuando y como entrar en cada rincón, esas manos se mueven solas no tienen fronteras, tocando en los lugares justos y con la presión correcta, cuando se desliza es como si lo conociera si fuese su propio cuerpo el que toca, haciéndolo suyo, una manos en las que abandonarse...
- Para ti siempre están listas, prefieres en la cama o en el tronco?
- En el tronco siempre –abrazándose mientras saltaba de la felicidad – recojo unos pareos y bajamos, necesitas algo?
- Dame cinco minutos, saco algunas cosas de la maleta y bajamos
- Me has traído algún regalito – dijo impaciente una feliz Aruna
- No te basta conmigo? – riendo mientras le guiñaba un ojo en ese gesto tan característico en ella
- Jo no me pasas una...claro...pero como siempre me sorprendes...
- Ven y descúbrelo tu misma

Abriendo su maleta de viaje estilo años veinte, una gama de brillantes colores aparecieron ante mi, hermosas telas dignas de una princesa hindú, tejidos sensacionales que componían vestidos, fabulosas camisetas, exóticos bikinis y pareos, junto a su par de chanclas y sandalias, ocupando gran parte del espacio, dejando un no muy amplio lateral  para unos objetos que se ocultaban bajo sus envoltorios de papel, conociendo su carácter cualquier cosa seria posible.....



Parte 6

Por fin volví a sentir su piel rozando la mía.
Las puntas de los dedos de mis pies, juguetean en las grietas del viejo tronco reconvertido en cómodo sofá, los grandes almohadones que sirven a la perfección en su función de colchón le dan el confort necesario para dejar correr el reloj a su libre elección.
Hacia tanto que no disfrutaba con su compañía. Me transmite una fuerza que recupera la mejor versión de mi misma en el acto, tan solo su presencia es necesaria.
Puedo verla como con una tremenda habilidad recoge su pelo en una alta coleta, debido a su enorme volumen sobresale a ambos lados de su bien proporcionada cabeza.
Embadurna sus manos en su aceite de Ylang-Ylang , su hechicero aroma floral con toques de madera, no demasiado dulce como para resultar pesado, un perfumé que simplemente acabas anhelando.
Muy lenta y delicada, se sienta tras de mi, cruzando sus piernas muy cerca de mi cabeza. Sus brazos se extienden sobre mis costados, roza mis senos con el lateral de sus codos mostrando su habitual timidez inicial , deja su manos reposar en mis caderas, empleando la yemas de sus dedos para ejercer una leve presión surca mis crestas iliacas, a un ritmo tan extremadamente lento que mis sentidos van reaccionando pausada pero con creciente intensidad.
Mi respiración se comienza a entrecortar, quiero hablarle, deseo oír salir los melodiosos sonidos de su boca, pero el sentir sus manos sobre mi, me hace perder la cabeza, una envolvente fuerza no me permite emitir palabra entendible, solo una consecución de templados gemidos.
La palma de su mano amasa mi vientre, puedo sentir como mis abdominales responden a la presión, tras pedirme que suelte el aire comienza a oprimir mis costillas buscando sacar con el aire de mis pulmones cada rastro de tensión.
Su paso por mis senos es fugaz, tan solo deja sus manos un instante reposar en una especie de intercambio energético entre ambas, su rostro desciende, para otorgarme el placer de un cálido y romántico beso.
Como pretendiendo no aumentar en demasía nuestra ya elevada pasión, realiza una serie de movimientos dirigidos a relajar mis músculos pectorales. A cada presión de sus dedos en mi carnes, mis músculos reaccionan recolocándose, el constante hormigueo que siento en el cuello comienza a desaparecer.
Sus manos en el cuello son pura poesía.
A pesar de la distancia con el mar, puedo oír las olas rompiendo sobre la arena como si estuviésemos allí mismo.
Un escalofrió recorre toda mi espalda cuando comienza a tirar suave, delicada, con una fragilidad que ella solo domina, de mi nuca hacia ella, puedo respirar con mayor libertad, la punzante presión que condicionaba algunos de mis movimientos parece desaparecer.  El calor de la palma de su mano bajo mi cabeza ayuda aun mas a relajar mi musculatura.
Sumergiéndose bajo mi, avanza como si mi peso corporal no respetase las normas establecidas por la gravedad, parece serpentear sanando cualquier rastro de dolor que haya a lo largo de mi anatomía.
El placer ascendente provoca que la temperatura de mi cuerpo actue en concordancia. La noción del tiempo desaparece de mi mente, dejándome una vez mas bajo su erótico influjo.
Teniendo sus brazos sumergidos bajo mi en su totalidad, roza sus labios contra mis mejillas, susurrándome su amor por cada detalle de mi cuerpo. Centímetro a centímetro llega de nuevo hasta mis labios, su boca ardiente y carnosa, se acopla sobre la mía.
El desplazamiento de sus manos por mis riñones, empuja los gemidos que se acumulan en mi profundo interior. Amorosa y tierna, comienza ascender una vez mas clavando sus dedos en las ondulaciones de mis costillas, recorriéndolas una a una. Sus manos delicadas, se convierten en firmes puños que presionan mis axilas provocando el libre movimiento de mis brazos.
Derramando gota tras gota sobre mis senos y brazos, con una cadencia agobiante, a la que mi cuerpo reacciona estremeciéndose con recato, prosigue alargando el momento hasta que abro los ojos penetrando con mi mirada los suyos indicándole que devolviese sus manos a mi piel.
Obediente, como no suele ser normal en ella, su tiernas y perfumadas manos vuelven a ejercer la labor para la cual estaban concebidas, masajeando con seguridad y dulzura lo zona exterior de mis pechos, que visiblemente excitados muestran mis pezones oscurecidos y pétreos.  Deslizándose, arriba y abajo, combinando deslizamientos ligeros con tan solo la yema de sus dedos con firmes contracciones en las cuales situando la manos extendidas sobre mi busto a semejanza de un corsé presiona mi caja torafica obligándome a expulsar hasta el ultimo suspiro de aire.
Empiezo a sentir el silencio en mi, cada uno de mis pensamientos comienza a desaparecer.
Poder gozar con el movimiento de sus finos y ágiles dedos sobre mi cara, estimula mis sentidos como si de la zona mas erógena de mi cuerpo se tratara, el contacto sobre mis labios, mis pómulos, mi barbilla, los músculos de la mandíbula, bombardeaba endorfinas por físico.
El final de este momento fue marcado por un beso con sabor a dulce caramelo.
Mientras deja un sedoso y acogedor pareo sobre mi, y susurrarme que la aguardara un par de minutos, que enseguida volvería, cubre mis ojos con un pañuelo de la misma noble tela.
Casi con un sollozo le ruego que no pare, necesito su contacto mas que nunca....demasiadas sensaciones en los últimos días estan llevando mi cuerpo a un mundo casi olvidado, donde los placeres del cuerpo se desarrollan uniendo fantasía y realidad.

- Shhhhhhhhhh – es lo único que dice, emitiendo un sonido casi inaudible.

Antes  que mi mente vuelva a reaccionar, siento sus pisadas sobre los gordos escalones de madera, como una gacela por las praderas, avanza fugaz hasta situarse junto a mi.

- Me has echado de menos cariño?
- Desde el momento que te fuiste – contesto sonriente igual que siempre que estoy a su vera
- Continuemos entonces – su voz a adquirido ese punto dominante que tanto hace disfrutar a mi cuerpo – gírate corazón, le toca el turno a tu espalda...

Sin realizar preguntas, sumisa, situó mi cuerpo en la posesión indicada, con la intención de estirar mis vértebras lumbares, coloca una almohada bajo mi vientre, elevando y exponiendo mis zonas intimas tras quedar mis nalgas expuestas.
Colocándose tras de mi para empezar tan placentera labor, no puede evitar morder intensamente mis glúteos

- Me encanta marcar mi territorio - con una voz tan tierna que no puedo creer que fuese la misma mujer que acababa de hincar sus dientes sobre mi piel.

Tras esparcir la dosis de aceite correspondiente sobre mi espalda, glúteos y piernas, una ráfaga eléctrica recorre toda la longitud de mi cuerpo naciendo de un solo origen, la presión de sus puños en el centro de mis glúteos, coincide con la zona mas sensible del nervio ciático, espasmódicas contracciones tienen lugar en mis piernas y nalgas, un placer mezclado de dolor, que deseo no tenga fin. 
Pasan los minutos y Bianca, conocedora de la anatomía humana, tanto femenina como masculina, a conseguido transformar mi ardiente pasión en un manso sueño.
La calidez que emiten sus manos desprenden sustancias sedantes a su paso, las cuales cumplen a la perfección con su misión, me encuentro totalmente entregada a sus deseos, jamás pude resistir a sus encantos.
Se coloca justo detrás de mi, cuando estando situadas sus manos sobre mis caderas, sus rodillas conectando con mis muslos por la zona exterior,  y sus pies aferrándose fuertemente por encima de mis gemelos siento una inédita presión sobre mi sexo.
Vuelvo mi cara buscando entender.
Algo no cuadra es ella, esta tal y como había estado cinco minutos antes.
No es una de las tantas veces que tras excitar lo mas profundo de mi ser, Philippe se une aportando toda su explosiva sexualidad.
Su gesto inmutable, solo cambia para lanzarme desde sus provocadores labios, un beso que siento llegar de inmediato.
Giro nuevamente mi cara dejándola reposar contra la mullida almohada.
La presión desaparece, continuando Bianca sus etéreos movimientos.
Morbosa como le gusta ser, la amenaza vuelve hasta mi húmeda hendidura, no lo puedo comprender, aunque tampoco me esfuerzo en conseguirlo. Como si fuera un verdadero miembro masculino, siento como se deslizaba pausado desde mi jugosa vulva hasta mi zona anal, intento girarme, pero me susurra que no me debo preocupar, no hará nada que no me guste, deja su cuerpo caer sobre el mío, siento como alojada entre mis nalgas, una presencia masculina me hace arder en deseos.
Puedo oler levemente como una fragancia a mora llega hasta mi, pero al contrario que otras veces, esta vez se derrama sobre el orificio prohibido y resbala hasta lo mas caliente de mi ser. El aceite comestible es una de mis debilidades, me encanta cubrir un cuerpo desnudo y sumergir mi lengua en el universo del sabor.
Una punzada recorre mi espina vertebral en dirección a mi cabeza.  Con una habilidad digna de una maestra del sexo, su recién adquirido miembro viril, comienza a dilatarme, a pesar de mi mente no poder entender, todo el resto de mi cuerpo sucumbe sin remedio.
- Ya se lo que se ocultaba bajo los envoltorios de papel...
El recorrido que emprenden sus manos subiendo por mi espalda hacia mi cuello, vuelve a desconectar mis alarmas.
Una vibración, natural, casi humana, azota mi ardiente sexualidad, provocando un extraño placer, es un placer intimidador, no solo es  puro gusto, si no un momento sobrecogedor, donde intercambiando el sentido y significado de uso, me dejo llevar absorta por el puro deseo.
Lenta y metódicamente, introduce milímetro tras milímetros, en un delirante juego de tira y afloja.
-Te amo corazón, disfruto tanto..... – sabe que su voz me ganara ahora y siempre, por eso, no duda de usarla en su ventaja.
- Hazme tuya Bianca...
La con anterioridad lentitud con la que me penetraba, se transforma en una serie de profundas acometidas, donde apoderándose el mas lujurioso de los deseos de todo mi sistema nervioso, puedo sentir como se acopla a mi con tremenda facilidad, un desmedido orgasmo grita por salir de mi interior, desatando la locura por mi boca, una consecución de gemidos y suspiros salen atropelladamente perdiéndose en el universo.
Sus manos vuelven a deleitarme, pero esta vez el instrumento que toca es mi endurecido y palpitante clítoris, llega hasta el apareciendo de la nada, sus movimientos parecen imperceptibles, pero una electricidad magnética viaja desde sus dedos hasta mi sexo.
Aunque no puedo creerlo, mi amante y compañera, adaptable y camaleónica, hunde su miembro en lo mas profundo de mi anatomía. Siempre supe que su lado masculino estaba muy desarrollado, era algo sublime. 
Continua penetrándome, delicada y firme, lenta y suave, mientras unos maravillosos e intensos orgasmos, evidenciaban mi creciente receptividad.

- Quiero verte cariño! – exclama imponente, obligándome a girar hasta quedar cara a cara, tras bajar mi vista, veo como de su zona pélvica, un generoso y precioso aparato masculino de un tierno color rosa, se muestra ante mis ojos desafiante, aferrado a ella gracias a un cinturón que recorre toda su cintura.

Tras colocar todo mi cuerpo extendido boca arriba, elevo mis piernas sobre sus hombros, con un ritmo y una intensidad propia del mas salvaje macho, continua usando mi feminidad. Nuestros recién adquiridos roles, empiezan a compaginarse a la perfección, sus movimientos van acompasándose con el contoneo de mis caderas, siento como me envuelve un torbellino de éxtasis.
Enajenada o cuerda, el libidinoso encuentro parece ser infinito.
¿Qué motivo me a llevado a perderme semejante delicia? Una oleada de dicha y felicidad sacude mi cuerpo, pidiéndole cándidamente como si de un varón se tratase que se corriese en mi interior, la caricia que su dedo gordo propicia sobre mi ya sobreexcitado clítoris, me provoca tal corrida que toda la extensión de su juguete rosa es nuevamente lubricado, resbalando en mi interior con una facilidad asombrosa, sacando hasta el ultimo centímetro, deliciosa, recoge la mayor cantidad del espeso fluido que ante mi perplejidad sale de mi vagina.
Abrazadas, saciadas, sudadas, caemos en los mas profundos sopores oníricos , sintiendo nuestra alma rebozar de felicidad y plenitud.



Parte 7

No podía evitar tenerlas en mi cabeza, una sensación incomoda aparecía en mi cuando ambas estaban solas, podríamos reducirlos como celos, pero realmente era envidia, bastante sana, por no estar presente en tan mágico momento.
Disfrutaba enormemente cuando Aruna gozaba salvaje de su sexualidad, la cual una y otra vez era oprimida por la moralidad que recesiva e insistente volvía a salir de su guarida, reprimiéndola y castigándola hasta el punto de olvidar el ser sexual que habita en su interior.
Bianca, de un solo plumazo, era capaz de reactivar todo su poder sensual. Bastaba una llamada, para que la mas inmensa sonrisa brotara en su rostro.
Su tez se suavizaba, toda su expresión se relajaba, el brillo en sus ojos lucía exponiendo al máximo toda su belleza.
Una parte de mi, entendía que mi ego se sintiese dolido, pero la colosal felicidad que se aportaban la una a la otra compensaba los bajos pensamientos que me aportaba mi mente.
Caminaba rápido, distraído, evidentemente no mostraba atención al mundo que me rodeaba, mi único propósito era volver pronto a casa, disfrutar con la compañía de mis dos diosas personales.
No formábamos un simple triangulo amoroso, nuestra relación iba mas allá de lo carnal, realmente nos ayudábamos en un proceso de crecimiento espiritual en el cual, nuestras líneas de vida cruzaban un juego complejo, solo apto para valientes.
Justo después de conocernos decidimos que costara el esfuerzo que costase lucharíamos por un lugar donde perdernos con los placeres mas carnales . Aunque el precio fue alto, merecía la pena.

Directamente llegue hasta la licorería, era la tienda mas alejada, así que había decidido comenzar por allí, la tienda estaba a rebosar, los ventiladores colgados del techo no eran suficiente para el calor provocado por la avalancha humana, entre las fiestas patronales y la llegada de uno de los fines de semana mas calurosos del año nadie quería quedar sin suministro alcohólico.
Solamente quería  unas botellas, no era para nada semejante a las compras de los demás clientes, cachaça, mezcal y ron. Entre los primeros puesto se encontraba la encantadora Doña Emilda, la entrañable anciana me reconoció al instante, mostrando su habitual alegría agitaba los brazos reclamando su correspondiente abrazo. Doña Emilda no perdía ocasión, a pesar de los achaques de la edad, su alma vigorosa le hacia enfocar la vida con una actitud propia de adolescentes.
- Hijo mío!! Como estas? – me preguntaba con la melodía típica del pueblo bahiano, mientras tras abrazarme, conseguía ruborizarme una vez mas apretando sus manos contra mis nalgas. Tras los dos sonoros besos de rigor y las frecuentes preguntas triviales, me pregunto como era que yo estaba por allí, ya que eran contadas las ocasiones en las que las bebidas alcohólicas llegaban hasta nuestro hogar, tras contarle la buena noticia de la llegada de Bianca, me mando un cálido abrazo para su pequeño ángel, como Doña Emilda gustaba de llamarla.
Levantando nuevamente su brazo como buscando llamar la atención de alguien que permanecía al fondo de la sala contigua rodeada por un corrillo formado por la gran parte de los varones del lugar, me contó sobre la llegada de su nieta, que tras criarse en el pueblo, lo abandono para estudiar danza en la gran ciudad que es Salvador.
Vestida tan solo por una minifalda blanca y un ceñido top que mostraba sus virtuosos senos, se mostraba ante mi la delgada y pequeña Regina, viendo sus facciones a la luz del día, me preguntaba como no había caído en la tremenda familiaridad entre ellas dos. Mis ojos la escanearon obscenamente pero sin rastro de la mas mínima timidez, se clavo contra mi, entre la marea humana posando sus labios provocadoramente cerca de los míos, posando su mano en medio de mis pantalones, me lanzo una mirada que no me resulto demasiado amistosa, el peligro se vislumbraba en su ojos y un cierto temor recorría mi frente en forma de frió sudor.
Tras unos segundos eternos, casi infinitos, Doña Emilda me rescato tirando fuertemente de la mano, sin casi percatarme me encontraba delante del mostrador realizando mi compra gracias a la bondad de tan adorable mujer.
Detrás mía, podía sentir su respiración cerca de mi espalda, tan cerca que me sentía extrañamente acosado.
Una vez finalizadas mis compras, me despedí de mi querida amiga y su lasciva nieta lo mas fugaz que pude. 

Necesitábamos algunas toallas nuevas, las únicas decentes según Aruna en todas las tiendas eran las que tenían en la mercería. Tras abrir y cruzar la diminuta puerta que separaba el espacio interior de la calle, pude ver como el interior permanecía vació. La pared a la izquierda estaba destinada completamente a los artículos propios a la costura, en la zona central, apiladas en diferentes estanterías, las sabanas, toallas y demás telas del hogar ocupaban su lugar. La pared opuesta, oculta tras unas grandes cortinas que separaban el ambiente, estaba coquetamente adornada con la mas finas de las lencerías, en alguna ocasión, Aruna y yo, cerrando completamente las cortinas con el permiso de la joven propietaria, disfrutábamos con el placer de ver las mas elegantes combinaciones sobre la piel bronceada de mi erótica diosa.
Era extraño pero nadie respondía a mis saludos,  tras mirar por detrás del mostrador e incluso asomándome a la puerta que llevaba a la trastienda, seguía estando en completa soledad.
Tras un par de minutos de espera, dude sobre si me había asegurado que tras la cortina tampoco nadie estaba en aquel lugar, separando las dos amplias telas, una imagen explosiva aparecía ante mi, agachada en el suelo, mostrando un mas que memorable trasero apretado contra las mallas que lo contenían,  la descuidada propietaria apretaba unos tornillos para afianzar una nueva repisa, acercándome muy despacio para seguir visualizando tan esplendorosa imagen, llevaba unos auriculares puestos, y el machacón sonido del forró local llegaba hasta mi, habría sido eso lo que le impidió oírme, poniendo mi mano sobre su espalda después de asegurarme que no oía nada de lo que le decía, pego tal respingo que choco de frente contra la tabla a medio asegurar. Lo mas veloz que pude agarre la inestable madera, que tambaleándose amenazaba con volver a golpearla.
Seguido del susto inicial y una vez medio recuperada la compostura, pude asegurarme que se encontraba perfectamente, tras un infantil beso sobre la zona afectada que broto instintivo de mi , los dos arrancamos en la mas escandalosa de las carcajadas, ella me aseguro en el momento que no volvería a trabajar con los auriculares puestos.
La puerta volvió abrirse, ante mi creciente asombro, Doña Emilda y Regina seguían mis pasos mas cerca de lo que yo deseaba, conociendo el escaso numero de tiendas que había en el lugar, tampoco era demasiado raro encontrarse.  A pesar de que intentaba relajar mis pensamientos, la presencia de Regina me aturdía, inevitablemente me sentía débil en su compañía. 

La costumbre en la zona indicaba que antes las personas mayores no solo había que mantener una actitud respetuosa, era necesario ser afectuoso y cariñoso, aunque acabábamos de vernos, un nuevo abrazo continuados por los dos efusivos besos de rigor era algo ineludible, y no solo de mi parte, la en esta ocasión atenta dueña, se acerco hasta Doña Emilda para saludarla y entablar una trivial conversación sobre los asuntos del día a día.

Me sentía en presencia de una pantera, los segundos avanzaban lentos, el aire a mi alrededor era pesado, denso, mi respiración se aceleraba pero no conseguía saciar la demanda de oxigeno que llegaba desde cada célula de mi organismo, el cerebro funcionaba a mil por hora en busca de una salida rápida, era una presa que deseaba huir temeroso de su depredadora.
No podía entender la manera en la que me influía su arrolladora presencia, el nerviosismo, la timidez, se apoderaba de cada átomo de mi cuerpo. Ella aparentaba estar completamente inmersa en una búsqueda por cada estantería, en esta ocasión permanecía sin mostrar ningún interés hacia mi, esta frialdad me sobresaltaba aun mas que la intensidad con la que me abordaba en la licorería. Tras revolver entre varios lotes de ropas de cama, selecciono un par de paquetes situándolos sobre el mostrador, mientras su abuela y la propietaria continuaban con su conversación, acercándose por detrás hasta la explosiva  dueña del comercio, coloco sus manos sinuosas sobre los hombros de esta, acercando sus labios mucho mas cerca de lo que las convenciones sociales admiten hasta el oído de la embelesada dependienta, la cual asentía en silencio las palabras de tan ardiente mujer. Despidiéndose de ambas cruzo las cortinas con un paso firme y altanero, volviéndose cruzo su mirada con la mía, su arrebatadora belleza encuadraba perfectamente con el estampado de las gruesas cortinas, la amplia sonrisa que dibujaban sus labios me dejaba ver unos preciosa dentadura.
Con un beso y un guiño, cerro las cortinas, dejando una pequeña separación entre ambas. Se comportaba misteriosa y seductora, sabia como volver loco a cualquier hombre.

Doña Emilda, se dirigió hacia mi disculpándose por el tiempo que habían estado conversando, aunque rehusé sus disculpas ya que no tenia demasiada prisa, la amable señora insistió en que retomase mis compras devolviéndome a tiempo completo la atención de la dependienta. Rápidamente le comente a esta cual era la causa de mi visita a la tienda, pasando por delante mía avanzo indicándome que la siguiese, solo eran un par de pasos pero me dio tiempo para disfrutar nuevamente con la magnifica imagen de sus nalgas apretadas contra las estrechas mallas. Una vez llegamos hasta la estantería pertinente, puso sobre mis manos varias toallas, en un instante tenia varios juegos completos, alegre como ella siempre solía ser me comento que me las llevase todas y que ya Aruna eligiese, sin duda conocía bastante bien los gustos de mi mujer, todas eran extremadamente suaves y de bonitos tonos azulados, no había manera posible de errar. Pague la compra, con la firme intención de salir lo mas rápido posible, seguí los protocolos de rigor y me despedí de ambas efusivamente, gire iniciando el camino hacia la puerta, pero el destino me deparaba una excitante sorpresa mas.
Justo en el momento que pasaba por delante de las cortinas con la mirada fijada sobre la escasa separación que dejaban las cortinas entre si, súbita y precisa separo grácil pero firme ambas cortinas apareciendo arrebatadora en primer plano ante mi.
Su figura estimulaba los mas sórdidos pensamientos en mi interior, el mundo se borraba, resaltando aun mas si cabe cada detalle de su increíble presencia. En ese momento no recordaba nada ni nadie, solo pensaba en que el reloj parase sus agujas y el tiempo se detuviese para continuar con mi deleite personal.
El intenso blanco hacia destacar aun mas el oscuro tono de su piel.
Todo su cuerpo brillaba, emitiendo luz propia.
No sabia casi nada de ella, solo que estimulaba la fiera deseosa de lujuria que habita en mi.
Radiante, sobrehumana, casi divina, posaba natural, descarada ante su pequeña audiencia.
No me importaba lo mas mínimo la presencia de las demás, pose mis ojos sobre ella y no tenia la mas mínima intención elevarlos. Mientras mi nueva musa deseara deleitarme, yo pensaba disfrutar.
Con un elegante movimiento situó su mano tras su cabeza, su generosos cabellos, exuberantes, bailaban practicando una danza harmoniosa alrededor de sus hombros, su fino cuello, los huesos de su clavícula, todo en ella resultaba erótico y fascinador.
Adelantando levemente su rodilla izquierda, ladeándose su cuerpo, moldeando aun mas tan sublime figura. Sus finas y torneadas piernas lucían mas si cabe perfiladas por unas delicadas medias, coronadas por un exquisito encaje.
Las tiras del liguero subían rectas  y decididas, llevando mi vista hasta lo mas intimo de su físico. Las delicadas braguitas, insinuaban una insipiente sexualidad. El pulcro y sensual liguero, decoraba toda la extensión de su cintura, marcando a la perfección el inicio de sus caderas. Su vientre asemejaba una delicada y acogedora llanura, aterciopelada y retozona. 
Sus pechos estaban cubiertos por un elegante sujetador que recogía sus dos dulces frutas del deseo. Por todo el conjunto, como pinceladas dadas por un sublime artista, unas diminutas rosas, decoraban un poco mas su abrasadora  anatomía.
Sus carnosos labios comenzaron a moverse, siendo un delirante susurro todo el sonido que conseguí asimilar. Las perlas negras que eran sus ojos se clavaban en mi ser, fundiendo parte de su espíritu con el mío.

- Acaso no me vas a decir lo bien que me sienta?

Desafiante, avanzo, girando sobre si misma, llegando hasta mi una cálida y a la vez  fresca brisa, cargada de potentes y seductores aromas. La imagen de sus poderosos glúteos remarcados por la fina línea de las bragas que se perdían en su interior, quedaría eternamente grabada en mi. Una vez paro justo rozando ante mi, volvió a sacudir mi oído:

- De verdad no sabes contestar si no esta Aruna delante? – desatando una risa por parte de las atentas espectadoras.
- Me as dejado sin palabras, no creo que debas ponerte así ante cualquier desconocido...
- Tu para mi no eres ningún desconocido – mientras cortés pero resuelta, situaba su mano sobre mi, dedicándome una amplia y seductora sonrisa, indicándome firmemente que pretendía pasar para que las demás pudiesen verla. 

Me despedí sin querer girar la cabeza, avanzaba expedito con una única intención, salir lo mas rápido posible, justo en ese momento tome conciencia de la brutal erección que empujaba feroz por salir de la calzona bañador, no era manera mas adecuada de salir a la calle, pero la situación tampoco me invitaba a permanecer mucho mas tiempo, no sabría por cuanto podría dominar a mis instintos.

- Muy pronto nos volveremos a ver, Bianca quiere que vayamos para actuar en la velada, dale recuerdos a las dos.....

Aquellas palabras cruzaron mi cerebro cual rayo en el mismo momento que mi cuerpo traspasaba el marco de la puerta y sentía el agobiante calor tropical que me aguardaba en el exterior.
Me convertí un torbellino burbujeante de quimeras que viajaba por las calles ávido de abandonar la sequedad del asfalto por la humedad de la selva, el fascinante encuentro matutino había dejado en mi un ardor que debía sacar lo mas pronto posible de mi, deseaba llegar a manos de mis dos musas personales y perderme en sueños de pasión y goce.....



Parte 8

La mañana pasa veloz, a pesar de solo haber dormido unos minutos tras el apasionado, intenso, explosivo reencuentro, en el instante que mis párpados permiten a mis ojos la sublime visión de su presencia, no puedo volver a conciliar el sueño.
Podría pasar horas surcando los limites de su tersa piel. Recorrer centímetro a centímetro buscando un nuevo horizonte que acariciar, que besar, que morder. Trazar líneas uniendo los tres lunares situados sobre su omóplato izquierdo se convierte en mi pasatiempo favorito.
Me encanta deslizar una y otra vez la yema de mis dedos por su fino cuello, todo en el me resulta erótico, sensual, provocador...
Hundir mis dedos entre sus cabellos es a la par reparador y vivificante, sentir las ondulaciones de su pelo enredarse en mi mano me transportan al mismísimo cielo.
Colocadas cual pinceladas sobre un lienzo por el mas sublime de los artistas, sus dulces, apetitosas y pequeñas orejas son un lugar de encuentro entre mi boca y su anatomía, disfruto de apretar ligeramente su lóbulo entre mis dientes. Le encanta que ligeramente  le tire de sus orejas, emitiendo a pesar de su cálido dormir, un ligero pero profundo suspiro.
No puedo evitar besarla una y otra vez, algunas veces mas dulce, otras mas apasionada, a lo que a pesar de estar ella entregada a los placeres de Morfeo contesta con pasión entregando sus labios a un frenético encuentro  con los míos. 
Sus pechos sin duda son una de las mayores delicias de su angelical figura.
Besar, acariciar, chupar, amasar, morder, dejan de convertirse en simples acciones humanas para convertirse en actos sagrados, donde devota me entrego a la divinidad de mi diosa.
Nosotras no nos conocimos nunca, simplemente nos reencontramos, su piel conocía perfectamente mis manos desde el primer momento que se posaron sobre ella.
Tengo ganas de ir al baño pero no pienso dejar en este momento la cama, el único objetivo es disfrutar de cada instante como si fuera el ultimo, sabiendo que cada instante pasara para no volver mas.
El sonido de la puerta abriéndose me devuelve a la realidad, recordándome que seguíamos en este planeta con todos los demás seres humanos.


Conociéndolas se perfectamente que no se habrán separado en toda la mañana y casi seguro que muy lejos no estarán. Casi seguro solo cabrán dos opciones cama o tronco así que muy complicado no será localizarlas.
Me dispongo hacia la cocina, dejo las botellas sobre la estantería superior, aprovechando para coger un vaso y ponerme un poco de agua, el sofocante calor del medio día hace mella en mi, siento como mi piel esta completamente empapada, la camiseta pesa tres veces mas de lo normal, el camino de llegada es un estupendo ejercicio, pero a esta hora, mejor estar bien hidratado. Tras poner una lavadora con las nuevas toallas, me doy una rápida pero muy reconfortante ducha con la manguera del porche, cuando mas disfrutaba con la sensación de la cálida agua, me doy cuenta de mi increíble despiste al dejar en el bolsillo de mis bermudas la cartera y el juego de llaves, las llaves eran los de menos pero en la cartera tengo un par de teléfonos apuntados que me serán necesarios en los próximos días, en fin, nada que no pueda resolver volviendo al pueblo en algún momento.
Tras sacar ambas cosas, sigo refrescando mi cuerpo hasta estar a la temperatura habitual y dejar de sudar con fuerte intensidad. Una vez acabado es sublime sentir el aire caliente pasar por la ropa mojada, continuando la increíble sensación de frescor proporcionada por el agua.
Prefiero entrar seco en la casa así que decido dejar mi ropa secándose en el tendedero. Justo antes de entrar doy algunos saltos sacudiendo a ambos lados la cabeza procurando quitar la mayor cantidad de agua de mi largo pelo. Desnudo con las llaves y la cartera en la mano entro en casa, me siento altivo y con ganas de comerme a mi amada Aruna y si es preciso, sin tener que hacerme rogar demasiado también a nuestra querida Bianca, una vez comprendido que el amor es mucho mas que un cúmulo de compromisos e imposiciones sociales, entregarse al goce y deleite de manos de tan gloriosas ninfas sensuales es sin duda un placer al alcance de muy pocos varones.

-        Philippe! Que tal por el pueblo? – la melodiosa voz de Bianca penetra mis oídos delicada a la vez que enérgica – oí la puerta y el agua correr, Aruna esta completamente dormida, te apetece bajar al rió?
-        Mira igual esta hasta bien tomarse un buen baño antes de la comida, de camino recogemos algo de fruta
-        Perfecto, recojo un par de pareos y bajamos

El efusivo beso en mis labios me recuerda quien es ella y el poder que es capaz de ejercer sobre el común de los mortales, su arrolladora sexualidad ejercía cual poderoso imán, atrayendo sobre si misma la atención de cualquiera, mujer u hombre, que posara su vista sobre su imponente presencia.
-        Voy a dar un beso Aruna, enseguida te alcanzo por el camino
-        Ok pero déjala descansar que nos quedan un par de días intensos

Su figura reposa dulce y calmada, puede olerse un intenso olor a sexualidad femenina, reflejo innegable de la entrega a tan gustoso deleite que es el encuentro de ambas, con la cabeza descansando sobre la almohada, su cara iluminada y relajada esboza una amplia y cálida sonrisa, me encanta observar toda su belleza y podría pasarme horas disfrutando de ella, pero los silbidos tan reconocibles que siempre realizaba Bianca cuando nos comunicábamos sin querer utilizar palabra alguna me recuerdan sus ultimas palabras, dejando brevemente mis labios reposar sobre los suyos puedo disfrutar de la increíble calidez que emite su boca, sin duda la sesión con nuestra exótica amiga fue de gran vigor. 


El agua del rió baja cristalina, tras las escasas lluvias de los últimos días el caudal a perdido intensidad, dando lugar a unas aguas calmas y sosegadas. El medio día ejerce su influjo sobre todos los seres vivos de los alrededores, provocando un momento de especial silencio, solo el vibrante sonido provocado por insectos similares a las chicharras, surca el aire hasta nuestros oídos, ya que la lentitud con la que baja la corriente de aguas, prácticamente hacia que fuera un movimiento casi inaudible.
Sin pensarlo dos veces me zambullo sobre las aguas mas profundas de la poza principal, cuantas tardes habíamos echado moviendo las piedras del fondo a base de sumergirnos buceando para depositarlas todas en medio del cauce construyendo nuestra piscina privada para nuestro retiro.
Muy seguida Bianca se lanza tras de mi, entrando sus manos en el agua casi detrás de mis pies, justo mientras buceo estirando al máximo cada músculo de mi cuerpo, pude sentir como sus brazos rodean mi torso en un rápido y preciso movimiento, sus pechos se aprietan contra mi espalda y el resto de su anatomía se aferra por ejercer el máximo contacto posible con cada centímetro de mi cuerpo.
Detengo mi desplazamiento, dirigiéndome hacia la superficie con tan singular polizonte sobre mi espalda. Salimos ambos tomando una amplia bocanada de aire en el preciso momento que nuestras caras cruzaron la línea entre los dos mundos.

-        Que bien te lo pasas.....
-        Tu ya no disfrutas con mi compañía?? – utiliza un tono de voz roneante y sumiso.
-        Claro mujer, como no... – girándome sobre si mismo, ella queda completamente impasible no importándole como de costumbre la cercanía no solo de nuestros rostros, si no también de nuestros sexos.
-        No te apetece darme un buen beso??
-        Como no, pero ya sabes que yo prefiero que este Aruna presente...
-        De veras crees que le importe?
-        No es que a ella le importe es que yo lo prefiero...
-        Philippe siempre tan serio y tan formal...disfruta un poco y relájate hombre

No era una mujer de mucho pensar, o tal vez lo tenia muy meditado, pero sumergiéndose cual sirena princesa de los mares, lleva su rostro hasta mi pené introduciéndolo casi por completo en el interior de su boca, era increíble la sensación de su boca llena de agua, no sabia cuando esta mujer podría dejar de sorprendernos, parece no afectarle para nada esta situación y continua estimulándome con una facilidad asombrosa. Sobreexcitado comienzo un leve movimiento de mis caderas, la creciente erección pugna por abrirse paso mas allá de su acogedora boca. Mis manos en un gesto mas de preocupación por ella que por mi propia excitación, se sitúan bajo sus axilas invitándola a salir del agua, pero ella insistente, continua aferrándose con mas y mas pasión sobre mi descomunalmente excitado miembro.
Sale fuerte y decidida, mostrando su brillante presencia, el agua cae desde su cabeza hasta sus hombros dejando su pelo completamente estirado. Situándose nuevamente su tez frente a la mía, me abraza de nuevo situando en esta ocasión su dulces labios sobre mi cuello, a la vez que comenzaba a frotar su potente sexualidad sobre la zona baja de mi vientre buscando sin vergüenza ninguna que mi sexo penetrase pronto en lo mas hondo de ella.
La conocíamos hace años pero su intensidad nunca podía dejarte indiferente.

-        A que esperas? Hazme palpitar, quiero estremecerme contigo, aunque nunca te lo creas, los escalofríos que me haces sentir nunca los encontré con ningún otro hombre y en este momento te quiero todo para mi, no te deseo compartir.
-        Es que como siempre estas de broma....
-        Electrízame, atraviesa mi ser, eleva mi temperatura....

Tras esas palabra todo mi cuerpo solo piensa en una sola acción,  hundir cada centímetro de mi sexualidad, dura y vigorosa, entregándole cada pedazo de mi hombría en busca de el placer de tan sublime y felina mujer. Todo mi cuerpo se concentra, súbito y duro agarro sus caderas apretando ferozmente hasta estar completamente en su interior.
Nuestros ojos se enredan entre si, costando discernir si luchan o se aman.
Una sonrisa traviesa aparece en sus labios. Mis manos firmes, se adhieren separando sus nalgas, impulsando una y otra vez su cuerpo sobre el mío. En su rostro se vislumbra el gran deleite provocado por tan exquisito momento.
La humedad del agua lubrica nuestros sexos, provocando un delirante ritmo donde ambos gozamos plenos de nuestros sentidos.
Tras retroceder hasta una zona de agua mas bajas, quedando a la altura de nuestras cinturas, entre mis brazos se estremece y convulsiona, dejando su cuerpo caer hacia atrás, realizando sensuales y gráciles movimientos con sus brazos sobre la superficie del agua. Los duros latigazos que realiza tienen como epicentro la voluptuosidad de su vulva sobre mi pene. El extremo ritmo que impone consigue sacar cada gota de mis testículos, desbordando en grueso caudal en lo mas profundo de su cueva.

Entre risas secamos nuestros cuerpos al sol, disfrutando del tórrido poder de sus rayos, ya que en pocos sitios puedes disfrutar de tal momento con total plenitud. Una vez secos, Bianca agarra uno de los pareos y comienza a preparar una suerte de petate con el que recoger los bienes de nuestro intimo paraíso. Poder regodearme en la recogida de los frutos tropicales, para despertar Aruna con un manjar digno del Olimpo, es un bien del que no me cansare nunca. La tremenda habilidad que muestra nuestra felina amante elevando su cuerpo por los troncos erectos de los gigantescos mamaos, revela sin duda una vida plena rodeada de entornos naturales, donde recolectar y manipular infinidad de frutos es un conocimiento de importancia singular. El buen humor es un rasgo característico de la forma de ser con la que Bianca afronta la vida, realizando sugerentes movimientos que no tenían nada que envidiar a las mas afamadas showgirls de la ciudad del pecado, Las Vegas, continuamos tan hermoso día entre risas y bromas.
Una vez conseguida la captura de tan jugosos frutos y colocarlos en el petate sobre mi espalda, haciendo un uso extraordinario del facao, rápidamente pone en mis manos un par de hermosos abacaxis. La visión de su cuerpo desnudo en tan salvaje entorno es una verdadera delicia para mis ojos, verla agacharse una y otra vez es un fenómeno difícil de acostumbrarse, la increíble belleza de sus curvas fuertes y esculpidas no es visión común, salvo en zonas con climas similares a este donde el calor continuo favorece lucir lo mas intimo de nuestra belleza. Algunas acerolas y uvas compondrán el cuerpo principal de tan suculento desayuno. Solo faltaban un par de hermosas bananas y prácticamente estaríamos listos. Justo llegando a la casa un par de fastuosos árboles del cacao nos ofrecían sus dulces y sensuales frutos, pasando por la pequeña huerta que ocupaba toda la zona trasera del porche ocupado por nuestro gran tronco, aquel que nos acoge y deja al descubierto nuestra verdadera personalidad, donde nuestro lado salvaje toma el control, recogimos algunos frutos mas como pepinos, sandia y fresas.

- Hoy muy posiblemente, después de dar cuenta de tan exquisito festín no queden ganas para una tostada con mermelada – ofreciéndome la mas excitante de sus sonrisas guiñando su ojo izquierdo como solo ella es capaz de hacerlo.



Parte 9

Muy despacio, con un movimiento tenue cada pieza de fruta, previamente lavada y adecuada para su uso concreto, va ocupando su lugar exacto sobre la bronceada, suave y embriagadora piel de nuestra preciosa bandeja humana....

Mucho tiempo atrás durante el inicio de nuestra relación, Aruna y yo tuvimos el lujurioso placer, durante un singular viaje por el gran estado de California de experimentar en un coqueto y discreto restaurante japonés de la ciudad de San Francisco con las ancestrales tradiciones conocidas en Japón por nyotaimori y nantaimori, todo un evento erótico-gastronómico, en un lugar especial y diferente donde conjugar el respeto y la curiosidad tutelados en todo momento por el increíble talento culinario de los magistrales chef orientales. 
Poder disfrutar de tan mágico momento los dos completamente en intimidad con nuestras gustosas bandejas humanas y nuestro singular maestro de ceremonias fue una experiencia asombrosa y difícil de olvidar.
El inicio de la sesión lo imprimiría una demostración de shibari sobre nuestra modelo femenina, este peculiar arte japonés donde las cuerdas de cáñamo se encargan de abrazar y realzar las curvas del delicado cuerpo humano de tan singular bandeja, ayudándole a permanecer de esta manera en una total inmovilidad.
Flores y hojas de banano entretejidas con suma delicadeza servían como plato de la primera demostración de delicias orientales las cuales comenzaron a decorar profusamente la anatomía de nuestra fuente viviente.
Era duro resistirse y seguir comiendo ante las alegrías que aparecían ante nosotros. El apetito y el buen sabor hacían mas fácil continuar calmadamente con la velada. Los manjares dejan al descubierto nuevos manjares insinuantes. 
Un refinado strip-tease va tomando lugar a medida que se saborea la comida. Dejar al descubierto un pezón, el ombligo...... rozar los palillos por la piel cercana a zonas sensibles, ver como las sonrisas surgen de tan hermosa bandeja va provocando que la complicidad comience a flotar en el ambiente. Sutiles cosquillas son provocadas cuando nos acercamos a la entrada del canal de la pelvis, a continuación una vulva completamente liberada de vello servia de reposo a unas deliciosas colas de langostino.

Una vez acabado gran parte del festín, el curioso maestro de ceremonias nos invitaba a un té de jazmín y dejaba al descubierto la segunda parte de nuestro singular banquete, corriendo un hermoso biombo con motivos de naturaleza oriental, sobre un cuerpo masculino bastante vigoroso estaba presente nuestro particular postre, el ofrecimiento para jugar con la bandeja desboco los instintos mas pasionales de Aruna, la cual dejando atrás los recatos y los palillos lanzo su boca directa hasta las mas insinuantes miniaturas de delicias orientales que reposaban en tan varonil recipiente, la gran variedad de dulces y pasteles de la cocina nipona se exponían ante nuestros golosos y dispuestos sentidos.
Nunca la había visto mostrarse con semejante descaro, nuestra relación era la habitual del común de las parejas y una situación como esta era totalmente impensable, pero sin embargo el morbo de verla acercando una y otra vez sus labios hasta la piel de nuestro casi imperturbable tesorero de delicias orientales, excitaba mi miembro comenzando este a crecer irremediablemente en el interior de los pantalones.

Su boca se afanaba en absorber las magnificas y tan bien realizadas pastas de arroz cubiertas de un cálido baño de chocolate que nuestro chef privado había colocado con esmero sobre los fornidos pectorales del escultural modelo. Tras la ingesta de tan provocador bocado, volvía a bajar hasta el mismo lugar, para lamer y no desaprovechar cada gota del húmedo chocolate.
Las diferentes golosinas que bajaban por su estomago fueron siendo devoradas con ferocidad y premura, dejando los músculos abdominales en completa disposición para los mordiscos y lametones de tan salvaje mujer.
No podía casi gestionar pensamiento ni movimiento alguno, la tremenda escena que me regalaba Aruna exaltaba por completo mi ser. La con anterioridad imperturbable bandeja perdió su relajación ante la acometida de mi poseída hembra, su entrepierna comenzaba a vibrar de manera mas que perceptible, provocando una notable rubor en su rostro, ya que supuestamente es gente preparada para tan peculiar evento, algunas de las delicias que estaban estratégicamente sobre su grueso miembro comenzaron a rodar quedando paradas a ambos lados de su cuerpo.
Haciendo un uso magistral de los palillos, nuestro anfitrión, volvió a devolverlos a su lugar original. La sátira sonrisa que se veía en sus ojos mas que darme seguridad inquieto un poco mis excitados pensamientos.
Volviéndose Aruna hacia mi, dejo en el interior de mi boca una pasta verde de increíble sabor que venia directamente de los testículos de tan peculiar bandeja. Perdidos los tabúes iniciales comencé a participar de tan exquisito deleite.
Las risas y los comentarios cómplices de mi excitante dama me invitaban a perder completamente mis miedos y dejar las formas y los palillos atrás. La anterior bandeja femenina fue liberada de sus ataduras por parte del maestro de ceremonia, acercándose hasta mi para participar conmigo de las delicias allí presentes.
La excitación caldeaba con insistencia el ambiente, creando un entorno ideal para la sexualidad.
Un apasionado beso de Aruna con nuestra dulce bandeja provoco el pistoletazo de salida a un frenesí carnal.
Las manos de la bandeja femenina, una espectacular representante del gran país del sol naciente, de piel tersa e inmaculada, comenzó a llevar las delicias que descansaban sobre la sexualidad de su compañero hasta mi boca, intercalando con unos húmedos y tiernos besos, labios calientes y gordos que se adherían con una agilidad sublime sobre los míos.
Aruna irracional y pasional, acercaba su boca hasta las nuestras comenzando un salvaje beso a tres bocas, pasando del uno al otro indiscriminadamente en un juego díscolo, delirante, febril.
La bandeja masculina, también de origen nipón, rompía la mitología popular entorno al tamaño de sus herramienta sexual, gruesa y bien formada, mostraba un tamaño algo superior a la mía en plena erección y todavía se mostraba en estado de reposo. Permanecía completamente inmóvil debido a las buenas ataduras que se habían realizado sobre el, tras un largo y caliente intercambio de besos y caricias, Aruna y su nueva amiga bajaron al unísono con el principal fin de dejar completamente despejado al cuarto participante de nuestra inesperada orgía.
Sus bocas se afianzaron en un soberbio trabajo en la entrepierna de la suntuosa bandeja, que comenzaba a excitarse de manera evidente.
Era una sensación completamente nueva, la imagen de mi pareja devorando muy lentamente cada rastro de alimento que quedase sobre la anatomía masculina me excitaba de una manera desconocida, sus ojos buscaban con constancia los míos, tras lamer levemente el miembro que comenzaba a erguirse irremediablemente, su mirada no se hacia esperar. Mi respuesta cómplice, la invitaba a continuar con mayor naturalidad.
Las delicadas y sutiles manos de nuestra pequeña compañera, recogían el pelo de Aruna facilitándole que ella pudiera saciar sus apetitos de varón, mordía lenta pero intensamente, reaccionando la gruesa verga que palpitaba frenética. Los lametones se extendían desde la punta hasta la base en un movimiento rítmico y medido.
Abriendo su boca, comenzó a introducir lenta el gordo capullo en su interior, me impresionaba muchísimo esa imagen, ver otro hombre saciando los instintos sexuales de mi hembra era una situación realmente morbosa y excitante.
Seguía introduciendo cada centímetro dentro de ella saboreándolo lenta, sin ninguna prisa. Jugaba con la punta del creciente miembro dejando a sus manos el trabajo de acariciar y masturbar el grueso tronco,  los largos dedos de Aruna no alcanzaban a rodearlo por completo y se ayudaba de las dos manos al mismo tiempo para proporcionarle mayor placer.
La sutil japonesa, comenzó a empujar la cabeza de Aruna con fuerza obligándola a introducir una gran cantidad  en su boca, aunque en primer momento se mostraba reticente y pugnaba por no ceder, acabo tragándola casi en su totalidad.
Tras ceder el empuje y liberar el interior de su boca, tomo una profunda bocanada de aire y expuso una amplísima sonrisa, se la veía plena, cargada de energía. Agarro con firmeza mi cinturón levantándome de la cómoda silla y atrayéndome hacia ella, con un ágil movimiento de manos soltó la hebilla y a continuación los botones de mi vaquero, en un coordinado ataque desde ángulos diferentes, la japonesa comenzó a tirar desde atrás de mis pantalones dejando mi cuerpo desnudo al descubierto, el uso de ropa interior no es que fuese muy común en mi.
La violencia del ataque aumento en cuestión de segundos, mientras se situaba nuestra sibilina compañera en la zona trasera de mi cuerpo rozando y frotando su piel contra la mía, sus pequeños y turgentes pechos presionaban contra mi espalda, el roce de sus duros pezones conseguía excitar aun mas mi calenturienta mente, deseaba morderlos con dureza, los labios de mi dulce dama, se posaron con suavidad y ternura sobre mi boca, el sabor a sexo era mas que notable, y en esta ocasión no era sabor a mi.
Sus bocas casi coordinadas, comenzaron al mismo momento a besar y lamer mi piel, cada una situada a un lado de mi cuello comenzaron a devorarme con ímpetu, descendiendo al unísono por cada hombro, la una delante, la otra detrás, Aruna bajaba hasta mis pezones, donde juguetona, mordía y tiraba de ellos, no es que estuviera excitado, es que el fuego de mi interior surgía del interior de cada una de mis células.
Los besos húmedos a lo largo de mi espalda eran evocadores y reconfortantes, sus manos cálidas sobre mis nalgas empezaron a presionar sobre mis glúteos relajando las tensiones acumuladas en el largo viaje.
Los labios de Aruna pasaron con rapidez por mi vientre hasta llegar sin parada previa a mi erecto miembro, con voracidad extrema, la introdujo completamente en el interior de su boca, lamía friccionando brutalmente su lengua contra mi glande, la punta recorría apretando con intensidad hasta llegar a la base y morder como si llevase toda una semana sin probar bocado.
Una eléctrica sensación llego hasta mi cerebro, separando mis nalgas con firmeza, una húmeda calidez presionaba sobre el orificio de mi ano, pude observar gracias a la estratégica colocación de varios espejos, como hundía su rostro entre mis glúteos, lamiendo con pasión, mostrándome un nuevo mundo de impresiones.  La firmeza y humedad de su lengua era un placer inexplicable, desconocido. Como un resorte, la tremenda erección, vibraba en la boca de una mas que agradada Aruna.
Sin perder ocasión, se situó en la posición adecuada para que mi miembro penetrase con facilidad en el interior de su mas que nunca caliente y acuosa flor.
Era un glorioso deleite  tener mi miembro hundido en su profundidad, al momento que la lengua de nuestra diosa oriental penetraba sutilmente el interior de mi nuevo punto del placer, salía y entraba, entraba y salía, dilatándose de forma natural, pudiendo entrar cada vez un poco mas. El tamaño de mi miembro alcanzaba una extensión descomunal, parecía a punto de reventar en el interior de mi caliente mujer.
Sin posibilidad de vuelta atrás, un fino y puntiagudo dedo empezó a romper la soledad de mi desconocido orificio. Las embestidas que realizaba en el sexo ardiente de mi sublime compañera eran brutales, la agarraba con firmeza de las caderas, empujando tenaz, metódico, tocando las teclas exactas que embrujan el deleite de una mujer. El dedo en mi interior provoco la mas tremenda corrida, manaba de mi interior la mas copiosa explosión que yo recordase, al mismo momento que Aruna detonaba en un apoteósico orgasmo. 
Las continuas caricias que procuraba el maestro cocinero a mi ardiente mujer en sus pechos no me preocupaban lo mas mínimo, al contrario de lo que yo esperaba de mi mismo, en ese momento una nueva erección relucía en mi entrepierna. Se agacho hasta su oído para comentarle algo que no pude entender, en ese momento con una picardía lujuriosa saco mi virilidad de si para volverse hasta mi besándome con una entrega de dos recién enamorados.

-        Gracias mi vida – salió de entre sus labios como un quejido.
-        A ti por existir, te amo.

Su rostro, con una expresión angelical, se dirigió hacia el observador impasible, hasta entonces, que era nuestra bandeja de postres. Su voluminoso miembro, permanecía completamente erecto gracias al espectáculo que observaba, tras un par de profundas succiones y lubricarlo adecuadamente, se sentó a horcajadas sobre el dejando sus piernas colgando a ambos lados de la estrecha mesa donde descansaba nuestro recipiente de excepción, introduciendo completamente tan notorio aparato dentro de si, su cara, desencajada, reflejaba la tremenda sensación de goce que estaba viviendo.
Tiempo después conversando sobre aquella maravillosa experiencia, las palabras de Aruna definiendo el momento sublime eran pura sexualidad:

-      No podía creer el encontrarme en una situación con una magnitud tan elevada de excitación. Como si de un sueño que cobrase vida se tratase, la cantidad de emociones y sensaciones que me llegaban eran de otro mundo. Dominadora del momento, cabalgaba cual amazonas sobre tan bella bandeja.
Después de deleitar nuestro apetito con tan sublimes manjares, los cuales aun me relamía gracias a los sabores y aromas que permanecían en mi boca, sin recelos, siento como todo su miembro me pertenece, es mi momento, lo necesito. Una guinda perfecta a tan magnifico banquete.
Alucinada con la situación, la sensación fascinante de un oriental tan bien dotado y formado es algo maravilloso. El poder deleitarme con total libertad, sabiendo que todo quedara siendo un secreto entre dos cómplices amantes, la privacidad otorgada por las finas paredes, ayudaba a encontrarme con los placeres mas absolutos.
Quería morderle desde mi interior, las paredes excitadas apretaban su potente masculinidad, una profunda riada nos empapaba, los cálidos fluidos dan paso a convulsiones involuntarias que dan fin a un nuevo y electrizante orgasmo.
Debido a la frenética situación no fue solo uno, si no que un segundo y aun mas eléctrico orgasmo recorrió cada rincón de mi ser.
Mi interior se inflama y se rellena una gran parte de mi, percibo como esa voluptuosidad interior esta a punto de soltar su mana. Nuevas convulsiones se abren paso en mi, sobreexcitada.
La fama de control de los orientales es mas que merecida, su enorme capacidad de aguante ayuda a establecer un melódico ritmo, movimientos lentos, recreándome en cada gramo de sensación, aprieto mi sexo hasta ejercer una presión con la cual el oriental no pueda aguantar mas.
Veía tu atenta mirada, siento tu complicidad en medio de la mas morbosa de las situaciones que me había encontrado jamás, la expresión de tu rostro mostraba una excitación incalculable mientras disfrutabas de las delicadas manos de tu efímera amante. Mientras realizaba un delicado movimiento de sube y baja en la piel de tu miembro, hundía cautelosa pero inmisericorde un dedo en ti, para mi hasta entonces, tu ano era virgen, a partir de ahora mi hombre será completamente mío. Nunca habíamos jugado con ello y verte ante mi entregado de esa manera era aun mas excitante si se puede.
Nuestro inquieto maestro de ceremonias no perdía oportunidad para alterar el orden de lo establecido. Liberando ciertas ataduras, permitió que el movimiento de caderas de mi casual amante fuera mayor aun.
Una detonación incontrolable en mi interior fue el punto cumbre de tan notable encuentro. Desfallecida y triunfante, mi cuerpo se conectaba con la magia del universo para llevar mi mente y mi alma a un plano de plenitud total.


Pero hoy era otro momento, bastante diferente, mi recién creada obra de arte deseaba impaciente que nuestra querida Aruna saliese de la cama y encontrara su delicado pero contundente desayuno......



Parte 10

Delicado, muy delicado, su mano acaricia con una suavidad angelical mis cabellos, mientras sus labios cargados de ternura depositan un maravilloso despertar sobre los míos, abro los ojos, puedo ver esa cara plena de travesura.
Me invita a tomar una ducha con el, sino prefiero comenzar directamente con un bocado de fruta. Reclinándome sobre la cama puedo contemplar una escena que excita tremendamente todo mi cuerpo, Bianca tumbada sobre la gran y baja mesa cubierta exclusivamente por bocados exquisitos de fruta nos esperaba para servirnos el desayuno sobre su piel.
Con un tremendo beso le di a mi amor las gracias por tan gratificante y energético manjar.

-        Que tal por el rió?
-        Fantástico como siempre......vi la fruta, Bianca, te recordé......espero lo disfrutes.....
-        Por supuesto mi vida!!

Saltando como una gacela, Aruna sale apremiándose hasta encontrarse justo delante de Bianca, dejando las manos en la cintura, contonea su cuerpo con provocación, su sonrisa aumenta sin parar y sus dientes muerden su lengua con impaciencia.

-        Estas tremenda amor!!
-        Toda para ti corazón....aunque si quieres le dejamos un poco a Philippe, seguro tendrá apetito
-        Que abras echo con el, sinvergüenza... – expreso Aruna en tono jocoso
-        Nada que tu no hicieses....

Las carcajadas salen explosiva de ambas, Aruna con premura, se arrima colocando las manos sobre el cuerpo de Bianca, tratando de contener la fruta sobre el palpitante cuerpo. Unen sus labios, susurrando Aruna unas mudas palabras sobre los labios de su ardiente partenaire.

-        No tardes mucho
-        No dudes que no lo haré...si quieres puedes ir empezando mi vida

Su guiño es una señal inequívoca de que la invitación es real y mi estomago me indica que un poco de fruta me vendrá muy bien.

Un poco de suave mamao es sin duda el bocado perfecto para romper el ayuno de la noche y la larga mañana, en ningún lugar del mundo sabe la papaya como en Bahía, bueno quizás en Rió Grande do Norte, además lo he colocado sobre los lugares mas inocentes, lo picante se lo dejare a mi gata.
No llego a introducir por completo el dulce pedazo en mi boca, cuando siento la mano de Aruna apoyarse sobre mi espalda, con el pelo recogido y tras haberse lavado la cara con un poco de agua fría, esta allí dispuesta a dar inicio a nuestro sexual desayuno, por llamarlo de alguna manera ya que es mas bien la hora del almuerzo.

-        Hoy no estoy muy paciente, me voy directa por tus tetas
-        Como quieras corazón, estoy toda para ti, para ustedes...

El primer bocado va ser un poco de piña fresca, una fina rodaja rodea por completo su oscuro pezón, el apetito aprieta, antes del juego necesito comer un poco. Abriendo por completo mi boca absorbo la rodaja, jugosa y dulce, humedece la totalidad de mi boca despertando mis sentidos.
Philippe por su parte se deleita con bocados colocados sobre su estomago, variedad de frutas, cortadas con cuidado y depositadas con una tranquilidad solo al alcance de diestros practicantes de los juegos del amor, acostumbrados a disfrutar con los placeres más humanos. Sus ojos buscan mi rostro, buscando mi permiso para continuar por los reinos de la excitación. Acercándome para besarlo le invito a despejar el sexo de nuestra ardiente bandeja. Quiero verle penetrarla, darla placer, quiero ver mi hombre satisfaciendo los instintos mas salvajes de tan sensual mujer.

-        Esta todo riquísimo, que dicha teneros, sois magníficos!
-        La fortuna es tenerte con nosotros

Los labios de Aruna, tras dejar mi boca continuar deleitándose con tan energéticos frutos, vuelven aferrarse en la labor de despejar los suntuosos pechos de nuestra compañera de aventuras. Absorbe cada pedazo con ferocidad devorando cada rastro de fruta, divirtiendo su lengua en el ardiente placer de retozar con los duros pezones de sabor tropical.
Baja hasta mi altura, un bocado de plátano, otro de mamao, un encuentro con mis labios, una sonrisa cómplice, un roce de lenguas, pasión a punto del desenfreno.
Justo entre sus piernas comienzo a derramar miel de cacao sobre largas tiras de banana, un bocado delicioso, prohibido para el paladar de mentes cerradas y frías. Es verme verter tan dulce néctar y devolver su boca al alcance de la mía, juntos comenzamos a devorar nuestro exclusivo desayuno.

-        Da un gusto comer con estas ganas
-        Devóralo todo mi vida, es delicioso sentir la miel recorrerme

La lengua de Philippe, se esfuerza en recuperar cada gota que cae por la intimidad, en búsqueda de los rincones mas placenteros del cuerpo de nuestra amante. Nunca pude imaginar el goce que me daría verlo en semejante situación, pero un ardor me recorría sintiendo como si cada golpe de su lengua fuera directo sobre mi, recordando mi cuerpo todas las caricias de su lengua en el pasado.
Mientras Bianca comienza agitarse con levedad, voy devorando cada pedazo de fruta por su vientre, en búsqueda de tan maravillosa miel, el primer bocado que junta los sabores de la fruta y el néctar en mi boca, me hace notar la humedad de mi vagina. Sigo saciando mi apetito, con las estupendas tiras de plátano que aun ocultan el excitado y caliente sexo deseoso de mas, mucho mas.
Nuestras bocas se encuentran de nuevo en un juego salvaje y delicado, limpiando el néctar, provocando a los sentidos. El calor va subiendo implacable, la cercanía de nuestros cuerpos crea un torrente penetrante de intenso ardor. Una, dos, tres, dejo la ultima para el, ahora solo quiero sabor, juntándome en su juego, deslizo mi lengua tras las huidizas gotas que pugnan por entrar en su intimidad.
Atento, Philippe desliza un par de dedos desde abajo, devolviéndolas al alcance de mis labios, sus dedos directos hasta mi son una tentación difícil de no morder, nuestros ojos conectan mientras saboreo los sabores que se encuentran en el, soltando los dientes me dedico a succionar y mamar sedienta. Rozo su dura piel por mis dientes, mi lengua se desliza entre sus dedos, separándolos, hundiéndolos en mi boca, saboreando cada resto, cada detalle y creando ganas, ganas de mas.

-        Acércate vida, quiero mas néctar....

Cojo la jarra de néctar y vierto sobre el miembro erguido de Philippe unas gotas de tan preciado manjar, para seguir saboreando en mi boca tan exótico placer. Succiono poco a poco, rodeo con mi lengua, buscando entre cada pliegue, entre cada rincón oculto el mas mínimo rastro de tan delicioso néctar, con pequeños lametones sin dejar ninguna parte sin ser chupada, cada vez mas voluminosa, va ocupando cada vez mas espacio dentro de mi boca, teniendo mas donde repasar y gozar, largos lenguetazos de arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba, con un una especial dedicación en el capullo, que siempre gusta de una profusa succión. Siento como dentro de mi boca comienza a vibrar, siento como por su venas corre ardiente su sangre, sus latidos en mi boca me avisan de estar mas que preparado para dar placer en la gruta ardiente de mi querida amiga.
Muerdo certera el ultimo pedazo de plátano depositado sobre su clítoris, dejo que mis labios se diviertan con la sensación de su calor en mi boca, mientras paladeo la combinación de sabores, la beso con insistencia, su vientre tembloroso indica lo eficaz de mis actos. Se frota contra mi buscando mas, queriendo mas, sus manos en mi cabeza presionan declarando abiertamente sus intenciones, para que luchar, mejor continuar, darle mas, sentirla mas, amarla mas.


Ágil como su cualidad felina le otorga, Aruna gira su cabeza en un grácil movimiento, despegando tan solo un segundo su boca del sexo húmedo de nuestra amante, para  indicarme con firmeza:

-        Penetrala!! Ahora!! Hazla sentirte mi amor!!

Agarrando con su delicada mano mi provocado miembro, coloco precisa la punta donde se dilataban los pétalos de tan hermosa flor, su interior candente me abrasaba la piel, podía sentir como las paredes de su coño apretaban buscando succionarme.

-        No me hagas rogar – como un suspiro roto salió de la garganta de Bianca
-        Empuja mi vida!

Con un golpe seco, hundí por completo mi polla en su suplicante sexo. Un frenético e impulsivo vaivén tomo control de la situación, proporcionándole una serie de profundas y potentes sacudidas, el contacto de nuestros cuerpos creaba un palmeteo constante que animaba aun mas el aliento de Aruna que comenzaba a tocarse su sexo presa de una excitación insaciable, mientras compartía su lengua y su boca con nuestra caliente compañera. La imagen de ambas entregadas a la pasión de su cuerpo, azoraba mis movimientos, Bianca rompía la tranquilidad del medio día de la selva con un potente gemido, continuado por convulsivas agitaciones, que apunto estuvieron de lograr exprimir cada gota de semen de mis testículos.

El despertador musical había sido programado con anterioridad por Aruna, que no soportaba la idea de dormir mucho de día, para ella el sueño se recupera en la noche, la potente y alegre música de Ray Charles comenzó a llenar el ambiente de su magia, I´ve Got a Woman es de esas canciones con la enorme gracia de llenarnos el espíritu y hacernos danzar en una explosión de felicidad. Su aparición en este momento, sin duda una delicia.

Verla danzar, llena de vida, frente a mi, hace que me levante para besarla con frenesí y acompañarla en sus sensuales a la par que divertidos movimientos. Las risas se apoderan de Bianca, que rápidamente nos acompaña en tan apasionante baile.  Nuestros cuerpos liberados intercambian caricias y coqueterías, plenitud y goce.



Me toca, es mi turno, voy por el, lo reto con las piernas, un cruce, una apertura, le rozo con mi sexo sobre sus poderosos músculos, agarro su miembro, le masturbo suave, le subo la piel y vuelvo a bajársela,  me encanta hacerlo suspirar, si suspirar. Su labio carnoso me esta pidiendo que lo muerda.

-        Listo o no, me tocas amor.....
-        Para ti siempre mi vida

Le muerdo, le beso, quiero comerme su boca, nadie jamás derritió la mía con tanta facilidad, solo un beso para hacerme suya, dos para desvanecerme. Situándome de rodillas sobre la alfombra, le expongo exuberante todo mi sexo, arqueándome mientras me contoneo, Bianca siempre dispuesta, agarra con firmeza mis nalgas, separándolas, manoseándolas, mostrándole a Philippe claro y despejado el camino, con una confianza propia de quien a recorrido incluso a ciegas ese camino, me penetra seguro y  medido, ni rápido ni lento, justo, exacto, casi matemático, con la velocidad que mi cuerpo pide, para sentir cada paso, cada contacto. Una vez conquistada mi sima, el resto de mi cuerpo le pertenece, es suyo, para su disfrute.

-        Vamos corazón, haz gritar nuestra hembra – colocándose tras Philippe, Bianca comienza a empujarle desde sus nalgas, provocando que la erecta y vigorosa sexualidad masculina, penetre con violencia chocando con lo mas hondo de mi interior. Su boca traviesa, le devora el fornido cuello de nuestro semental, dejándole un rastro de oscuros chupetones, las lobas siempre marcan su territorio.

Un conjunto de destellos se empiezan agolpar en el interior de mis retinas, convirtiendo la oscuridad en luz y desconfigurando el mundo real, lo puedo sentir arder dentro de mi, las paredes de mi interior se queman con su contacto, vibran salvajes, a cada golpe y embestida. El momento que su chorro cálido, abundante, y aun mas penetrante semen entra en mi, una contracción brutal recorre los músculos de mi estómago, mi interior no da mas de si, gimo, suspiro, mis manos se agarran con una fuerza inusitada en su marcado cuello, la tensión de mi cuerpo reacciona soltando por cada poro de mi piel un sudor cargado de feromonas.

Y de nuevo silencio, los cuerpos, rendidos, extasiados, descansan apiñados buscando recomponer los sentidos, recuperar el aliento, después de calmada la sed. Un momento de pausa, no demasiado largo cerca de la hiperactiva Bianca.

-        Chicos tenemos mucho que montar, así que a la ducha pero de uno en uno – la cómica expresión y el dictador dedo que nos apuntaba hizo que las risas brotaran de los tres.
-        De acuerdo, pues empiezo yo que la lista de pedidos es un poco larga

Las dos no pudimos evitar piropear sus bellas, poderosas y bien puestas nalgas, mientras nos daba la espalda para ir al baño, sus graciosos contoneos no hicieron mas que permitir subir un paso mas nuestra complicidad y buen humor.



Parte 11

Tocaba relajarse un poco, la mañana había impuesto un ritmo frenético, un rato de descanso tumbados en las hamacas no vendrían nada mal, el cuerpo precisa de momentos donde disfrutar de la calma y el reposo.
Las blancas nubes refrescan el ambiente, es agradable no superar los treinta grados con la humedad de la selva. La suave brisa viene decidida a refrescarnos.
En teoría todos los encargos de Bianca estaban preparados, quedaban algunos detalles por ver pero en rasgos generales estará todo listo mañana.
Tendría que ver el tema eléctrico de las luces del improvisado escenario, pero no seria mucho tiempo, así que mejor disfrutar con una liviana siesta.



Queda fantástico, las telas, las plantas, las flores, el sencillo decorado, la fuente nunca mas se movería de ese lugar, ya se queda aquí, remata a la perfección este rincón. Los cómodos y gigantescos cojines invitan a mirar directamente el escenario sumidas entre sensaciones de confort y agrado. Sentía un deseo urgente en mi por saber de que se trataría la dichosa sorpresa, la verdad, eso de enfrentarme a lo desconocido me cuesta mi trabajo.
Espectacular, con ese cuerpo envidiado y querido por tantos y tantas, danza entre los velos colocándolos aquí y allá, cambiando las cosas de lugar en una locura sublime encajándolas cada una en su lugar correcto.

-        Prepárate mi vida, la tarde va ser caliente.....
-        Miedo me das, tu eufórica,  bueno será....

Cuando la sonrisa se perdía de su rostro y un brillo abrumador sale de sus ojos, las fantasías mas perturbadoras pasaban por mi mente.

-        Dudu y algunos amigos de la roda da capoeira vendrán esta tarde hacer un pequeño ensayo, pero me comentaron que las integrantes femeninas no podrían venir hoy, así que nos quedamos tu y yo para echarles una mano
-        Una mano a donde por que Dudu es para echarle las dos.....

Casi con toda probabilidad hasta Philippe habrá oído nuestra estrepitosa risa, la carcajada inicial casi me hace perder el equilibrio, pero para mi gran sorpresa un fornido brazo me rodea agarrando con firmeza mi cuerpo, la subida de calor que registra mi cuerpo es incalculable, el solo contacto de esa piel sobre la mía desenfrena un torrente de excitación penetrante.

-        Boa tarde! – unas voces profundas y masculinas seducen nuestros oidos.
-        Boa!! – delante nuestra una colección de adanes de ébano relumbran sofocando nuestros sentidos, sacados del mismísimo Olimpo, sonríen ante la imagen de dos europeas en bikini en tan provocador entorno.
-        Esta todo listo para comenzar!! – dando un paso adelante, colocándose como clara anfitriona del evento,  Bianca comienza a dar indicaciones a los esculturales varones sobre la disposición final del escenario - Vamos Aruna!! No pensaras que yo sola me basto, además de aquí a poco llegara una invitada excepcional, tiene que estar todo listo!
-        Espero que no me compliques mucho... hace mil años que no bailo....
-        Menos cuentos, que tantos años no harán.... además ¿quien te dijo que habría que bailar?

Las ultimas palabras de Bianca retumban estrepitosas en mi mente, ¿cómo que no habría que bailar?

-        Philippe esta al corriente de todo, de echo el mismo lo a organizado....
-        ¿Te crees que me dejas mas tranquila?
-        ¿Acaso no lo estas deseando?

Deseando no se pero ardiendo ante la visión espectacular de aquellos fornidos cuerpos, que ante mi expectación, comienzan a desnudarse, de un petate de dura lona, comienzan a sacar unas telas blancas, con un ágil salto el mas pequeño de todos, se introduce en el interior de una de las telas que resulto ser una especie de amplio y suelto pantalón, en posición de reposo, oculta a la perfección de cintura para abajo, pero con el mas mínimo movimiento deja a la vista zonas de su anatomía que en cualquier otra situación deberían estar ocultas.

-        Si los modelos son sugerentes, el modelito es de lo mas provocador, a ver que tal es eso para bailar
-        Dale con el baile.... ven sitúate aquí

En todo el centro del escenario, en este momento debo ser la envidia de cualquier mujer. En un principio conté cuatro hombres de repente estoy rodeada por seis varones y mis ojos no sabe en cual de ellos parar, para mi nueva sorpresa Dudo esta junto a Bianca conversando y gesticulando sobre el desarrollo del enigmático espectáculo.
Un juego de pañuelos comienza a desenvolverse a mi alrededor, el suave devenir de los pañuelos a lo largo de mi piel casi desnuda en su plenitud, comienza a calentar hasta la mas intima célula de mi ser. Entre la maraña de telas y músculos, de brillos y  contrastes, empiezo a perder de la vista las figuras de Dudo y Bianca, la presencia de seis fornidos varones no deja de inquietarme, es un numero difícil de controlar para una sola mujer...



Mientras Aruna disfruta de la espectacular excitación que le proporciona tan embriagador momento, el teléfono de Philippe suena escandalosamente, devolviéndole de entre el mundo de los sueños.

-        Amoreee!! Por que esta cerrada la puerta, el taxista me acaba de abandonar en la puerta, dice que jamás vuelve a venir hasta aquí!  que el camino esta imposible, menos mal que no llueve le he comentado
-        Anzhela!! Por fin llegaste, enseguida te abro

Que de tiempo sin vernos, por fin estaba en nuestro hogar y para dejar constancia de su cabezonería llega hasta la misma puerta, mira que le dije que la recogería en el pueblo, ella es así, salgo de la casa a toda velocidad y cruzando el jardín paso de largo y a toda velocidad por donde se encuentran las chicas preparando el show de mañana.

Llego a la puerta y le lanzo un beso, guiñándole un ojo a lo que responde lanzándome un beso con las dos manos, que bueno es tenerla cerca.

-        Pero bueno!! Que te dije! Que bruta eres!!
-        Dame un abrazo y deja de regañar
-        Ven aquí!!

Tras abrir la puerta, agarro su mochila y tras darle besos por toda su maravillosa cara y estrujarla entre mis brazos, la invito a que me siga que las chicas nos están esperando, comienza a realizar mil preguntas sobre todo, a lo que la invito a disfrutar con la paz de la selva, se ríe mientras me suelta una cachetada en las nalgas.

-        Pero que haces últimamente, estas durísimo
-        Ya sabes la vida en la naturaleza, vamos a ver si me sigues

La escena con la que nos encontramos saca la mas genuina personalidad de Anzhela.

-        Pero no me ibais a esperar...

Se lanza sobre Dudu, presentándose al instante

-        Soy Anzhela encantada de conocerte cariño, vienes mucho por aquí? a ti como te llaman encanto?
-        Dudu, um prazer pra mim também
-        El placer es mío amor – girándose y mirándome a los ojos me pregunta inquisitiva – a este donde lo tenias escondido?
-        Anzhiii!!!! Cuanto tiempo corazón! – Bianca y Anzhela se funden en un profundo abrazo
-        Cariño estas estupenda como siempre?? Yo llevo un año que ya me vale
-        Anzhi tu en dos días estas estupenda, yo me encargo – un guiño y un pico fugaz en los labios sella el acuerdo – ven que empezamos

Aruna esta siendo acariciada de las formas mas sugerentes imaginables, los suaves y delicados velos recorren lentos, persistentes, provocando las terminaciones nerviosas de su piel, electrocutando los sentidos, cada uno de los participantes se esmera en crear la caricia exacta, sutil, precisa.
Bianca sin tiempo a perder, introduce directamente a Anzhela en escena, cada uno de los “bailarines” conocedores al milímetro de cada paso de la actuación, dejan espacio para tumbarla junto Aruna.

-        Hola amore creo que nos vamos a divertir
-        A ver donde acaban las ocurrencias de Bianca, encantados de que ya estés aquí

Los vaporosos velos se encargan  a la perfección de subir la temperatura de nuestra piel, el contacto tenue incita que nuestro cuerpo se exalte y trate de continuar tan sublime caricia, el movimiento de nuestro cuerpo empieza alterar la posición inicial, el orden establecido se empieza a desmoronar, es imposible evitar que nuestras manos traten de impedir deleitarse con el contacto de cuerpos esculpidos sobre duro mármol negro.



Parte 12


El día a día esta acabando con mi potente sexualidad que tantas tardes de gloria y placer me había proporcionado.
Por fin liberada podía dar rienda suelta a lo mas salvaje de mi ser y estaba completamente dispuesta a ello.
Los vellos de mi piel se erizan, mis pezones se excitan con tremenda facilidad, la situación me puede y no pienso resistirme.
No quiero seguir mas el orden establecido, quiero dejar mis movimientos libres, recorrer tan sugerentes cuerpos con mis manos, con mi boca, mi lengua, mis senos, cada pedazo de mi.
No puedo resistirme mas, la pasión que azora los instintos mas primarios de mi ser mueve mi mano hasta sentir bajo ella la dura, tersa y a la vez suave piel del magnifico cuerpo que se encuentra a mi derecha.
Dura, grande, robusta, hacia tanto que no sentía en mi mano palpitar un miembro de semejante tamaño, que en ese preciso instante todo lo que divisa mi mente eran enormes y vigorosos penes.


-        Cualquiera frena a Anzhi, eh Philippe?
-        Deja que se sienta a gusto, hoy es su día.

En este momento daría cualquier cosa por que las telas que hacen de pantalón desaparezcan de inmediato, con cada movimiento aparecen y desaparecen a mi alrededor unas piernas potentes, extremadamente musculadas. Jamás me he sentido impresionada con la presencia masculina, pero estos últimos años habían adormecido mi ser mas animal.
El tacto de las telas comienza a dejar paso a unas potentes y muy masculinas manos que agitan mi sentir, la pasión asciende a ritmos casi olvidados para mi, la sangre viaja rápida mi cuerpo propaganda la enorme excitación que provoca el roce de sus dedos. Caliente, muy caliente, empiezo a sentir una incipiente humedad en mi sexo, por un momento cierro mis ojos para que sea el tacto quien se encargue de comunicarme todo lo que ocurre.
Seducida, entregada.... tantas enormes y poderosas manos recorriendo mi cuerpo, acariciándome, presionando mi piel, estan consiguiendo hacerme florecer, volver a sentir mi cuerpo vivo y mi alma ilusionada.
Aruna junto a mi, recibe el mismo tratamiento, aunque se de buena fe, que ella no es que necesite nada extraordinario, vivir con Philippe es garantía de excitación diaria.
Situándose al unísono bajo mi, seis manos pertenecientes a tres de ellos, comienzan a elevar mi cuerpo con facilidad, como si de una pluma se tratase me incorporan hasta dejarme de pie entre ellos. Sus fornidas manos, pegadas a mi piel, recorren con un sensualidad brutal cada rincón de mi excitada anatomía. Las manos de mi espalda se encargan de subir la ligera camiseta que cubre mi torso, sentir como se va desnudando mi intimidad en presencia de tantas personas mas que importunarme, excita aun mas mi dormitada pero no perdida sexualidad, puedo verlos hipnotizados con el espectáculo que ofrecemos mis amantes y yo, mis manos se deleitan con la firmeza de sus cuerpos, menudo festín para los sentidos.
Mis pechos desean el contacto y no tarda en llegar, desde atrás con firmeza se cuelan dos brazos por mis costados, nervios, inquietud, ganas de que llegue el momento de conexión entre sus manos y mis pezones. Un ligero roce de su yema provoca que un gemido, entrecortado y tímido, salga de mi arrojado, expulsado.
Constante, firme, con una habilidad suprema va amasando mis pechos a su gusto, los aprieta contra mi, los recoge entre sus manos, estira mis pezones con delicadeza pero con la intensidad necesaria para que mi cuerpo serpentee con su acto, apretando mi espalda y mis nalgas contra el puedo sentir la tremenda monstruosidad que se roza con mis glúteos, si la que he podido tocar me parecía de un tamaño magnifico, la que siento detrás solo puede ser gigante, uffff.

Mis senos desnudos y excitados son ahora el fruto que saborean los dos adanes que se encargan de custodiar ambos flancos de mi cuerpo, sentir sus bocas besándome, chupandome, mordiéndome, lamiéndome, provoca que mi sexo ya húmedo, suba de temperatura y consiga dominar todo mi ser, quiere sentir el miembro duro que empuja mis nalgas a través del fino pantalón hundirse en mi interior.

Situándose de rodillas frente a mi, mirándome fijamente a los ojos uno de mis adorables compañeros de juego, coloca sus manos sobre la tela, puedo sentir el ardor de sus manos quemar mi piel, los besos, tiernos y dulces, que comienza a darme por encima de la prenda de ropa, traspasan mi piel convirtiéndose en una consecución de gemidos.

-        Bájalo cariño, cómeme, cómeme entera...

Aunque no hablásemos el mismo idioma, entendía perfectamente mis palabras, bajando de inmediato mi pantalón, deja mi cuerpo completamente desnudo.
Me empieza a encantar el sentir todos esos ojos atentos a mi anatomía, viendo como disfruto con el regalo de la vida.
Mis ojos se llenan con el blanco de las orquídeas que espontáneas crecen en los troncos de las diferentes plantas que habitan el jardín, el poderoso contraste de colores, excita aun mas mi imaginación, el recuerdo de las orquídeas de casa inflama aun mas mi sexo, fantaseo con la posibilidad de encontrarnos en el salón de casa, con la posibilidad de que me pillen en semejante momento clandestino y un primer y concentrado orgasmo me lleva al paraíso, los jadeos y suspiros se agolpan por abandonar mi cuerpo y llenar con los sonidos del placer todo el ambiente.
Justo en ese momento que siento mi alma aferrarse a las sensaciones de mi cuerpo, unos inmensos labios abordan mi sexo, me absorbe casi pretendiendo introducirlo completamente en su boca, la cual se abre, creciendo hasta conseguir ocupar con ella desde mi clítoris hasta el final de mi húmeda y palpitante vagina.
La lengua no menos sorprendente que cada pedazo de anatomía de mis calientes amantes, invade mi sexo, su contacto ardiente y mojado, es lo mas duro que he sentido en los últimos tiempos, y tantos orgasmos ahogados en mi empiezan a brotar incesantes.
Mis piernas se arquean y el contacto de mi maravilloso soporte trasero me invita a relajar la tirantez de mi cuerpo, entretanto la lengua continua dándome placer y goce, una presión incipiente aprovecha la apertura entre mis muslos para desconectar por completo las medidas de seguridad de mi mente, el volumen que siento solo puede ser lo que imagino, pero lo que imagino es demasiado, no creo que pueda ser real.
Mis ojos se cierran, mi cabeza y mis hombros se apoyan sobre el poderoso torso, giro mi cabeza buscando el contacto entre nuestros labios, su mirada lasciva acaba por enloquecerme, sus gordos labios por perturbarme, deseo mi semental dentro de mi, poseyendo mi cuerpo, haciéndome suya.
Una tenaz presión, abre mi intimidad sin miramientos, sin pausa alguna introduce algo bestial en mi, no puede ser su sexo, mis manos que se apoyaban  en la cabeza que se afana en devorarme, van a toda velocidad hasta mis nalgas, y de hay pasan a tantear el magnifico miembro que esta penetrándome, mis manos jamás tocaron un aparato igual, un orgasmo mas recorre todo mi ser convulsionándome, provocando que me auto penetre a mi misma, estoy completamente inundada, rellena como nunca lo había estado, es enorme, mis piernas tiemblan y mis glúteos aprietan buscando liberar espacio en mi interior, y volver a sacar su poderoso miembro.
Casi estando fuera, un tremendo empujón me vuelve a incrustar toda su potencia en mi, mis labios arden, mi clítoris se frota contra la mágica boca que trabaja incansable mi sexo, jadeo cada vez mas fuerte, me siento a punto de explotar completamente inflada desde dentro, las embestidas en lo mas profundo de mi se encargan una y otra vez de rozar todo mi interior, apretándolo, duro, muy duro.
La descomunal sensación de apretar su potente pene en mi interior y sentir como apenas puedo morderlo con mi coño, rompen las barreras morales de mi cuerpo, una cadena de orgasmos me invaden y el duro ritmo que comienza a imponer ayuda a empujar los alaridos y bendiciones que se agolpan en mi garganta.

La vibración que adquiere su miembro provoca mi locura, puedo sentir como late con vida propia, como electriza mi ser, mi sexo inflamado, endurecido explota en un torrente de calidez la gran cantidad de flujo que humedece mi interior provoca una tremenda corrida en mi interior, colosal, siento como se inflama una y otra vez descargando con cada envite un nuevo chorro cálido que se funde en lo mas profundo de mi cuerpo.

Sigo sacudiendo mi ser, me encanta sentir como mi sexo empieza a ganar la batalla y como puedo apretar su pene, como se va  rindiendo mostrando pleitesía ante mi ahora mayor poderío. Pero me fascina el enorme tamaño que continua manteniendo, sigo gozando como no recordaba que se podía gozar con el sexo.

Pero la exhibición carnal no estaba ni mucho menos acabada, aunque hacia rato que no tomaba conciencia sobre el mundo a mi alrededor pude observar como Aruna acomoda varios almohadones e invitaba a mis compañeros a tumbarme en ellos. Una vez tumbada, quien anteriormente se había concentrado en lamer cada gota de néctar derramado por mi sexo, me mostraba otro tremendo y hermosísimo miembro deseoso de mostrar batalla.

Mi tierna flor, sonrojada, caliente y demasiado excitada, suscita una serie de sacudidas tal y como siente el rígido empalme de su nueva visitante. No era tan grande como la anterior, pero el grosor era asombroso, dilataba mi coño ardiente, penetrando mi intimidad con suma facilidad. Las palabras que salen de mi boca son difíciles de entender, mis manos clavadas a través de mis uñas en su espalda lo empujan para que el bombardeo sea continuo y bajo el ritmo impuesto por mis apetitos.

Sin atisbo de duda jamás me corrí como ahora, sentí casi como me hacia pis encima, la cantidad de fluido ardiente que salía de mi era pasmosa. El sonido de los palmetazos y el chapoteo entre nuestros cuerpo sube en intensidad y los pinchazos que me provoca el extraordinario grosor son una mezcla entre el mas sumo placer y un lejano recuerdo a dolor, si no derrama pronto en mi interior voy a explotar sin remedio.
Quiero su corrida en mi interior, sentir como su semen se funde en  mi, mezclándose con la corrida anterior.
Constante en sus movimientos dinamita mis ultimas defensas, soy puro sexo es el mantra que se agolpa en mi cabeza. La cercana visión que le ofrezco a mi anterior amante , le provoca una nueva erección, me invita a llevarme su miembro hasta mi boca, es enorme tan solo introducir su glande entre mis labios es una osadía, pero golosa saboreo y degusto tan soberbio pene, que infatigable vuelve a endurecerse pidiendo de nuevo su turno......



Parte 13

Trascendente, la mejor palabra para definir lo sucedido es trascendente.
La pasión cuantiosa y acumulada es lo que tiene, puede dar paso a frenesís alucinantes o estados anímicos poco inspiradores, el cuerpo tiene sus necesidades aquí y en China, y o se las damos por las buenas o nos lo hará pagar por las bravas.
Las ojeras han desaparecido por completo de su rostro, la mueca marchita en sus labios se a transformado en una expresión de plenitud y reposo, una sonrisa exultante gobierna por completo su blanca tez. Esta relajada y contenta, y eso me proporciona una inmensa paz, la quiero como si fuera mi hermana y su felicidad es muy importante para mi. Por fin mi Anzhi vuelve a estar entre nosotros.


-        Amor te vi muy relajada en el ensayo... – con sinceridad no me sorprende del todo, los últimos días están siendo agotadores
-        Estoy bien Philippe pero mi cuerpo pedía un poco de descanso, los últimos días con Bianca, ya la conoces que te voy a contar....aunque hay un par de ellos que mañana no me importaría probar – la sonrisa picara que se escapa entre sus labios, sumada a sus palabras comienzan a provocar mi excitación
-        ¿Cuáles de ellos? ¿Te gustaría que yo estuviese presente o prefieres en intimidad con ellos?
-        ¡Contigo siempre! Ya sabes que con hombres prefiero que estés delante, me das mas seguridad y disfruto mucho mas, con las chicas es otro rollo, ya sabes que con ellas siempre estoy cómoda...

No puedo evitar besarla apasionadamente, comerme sus labios mientras intento con mi lengua buscar el contacto de la suya, me vuelve loco escucharla hablar de estas cosas y quiero que lo tenga presente, nada mejor que un cálido beso para confirmarlo.

-        Mira como me tienes amor
-        Ummm esta si me apetece, en el fondo con algo de ganas si quede, aunque ver y ayudar a Anzhi fue un placer mi cuerpo pide algo mas....

Dicho y echo, los años de relación no habían provocado que entre nosotros la química se perdiera, es mas, cada mes, cada semana, cada día que pasa, la atracción mutua y el deseo por hacernos y vernos disfrutar es cada vez mayor
-        Al parecer tu cuerpo quiere lo mismo – su mano, grande pero fina y delgada, se apoya en mi entrepierna acariciando el bulto que se esconde bajo los pantalones
-        Esta deseándolo amor

Resueltos, desatados, nos enganchamos y nos desfogamos, la conozco y me conoce, sabe como derretirme fulminante y precisa. Sentada sobre mi a horcajadas, agitando sus caderas con fuerza, esta dispuesta hacerme terminar pronto

-        ¿Tienes ganas de verme mañana entregada a otros hombres amor?
-        Ufffff.... sabes que si – la sola idea azora mi virilidad en su interior
-        ¿Quieres ver como les como su pene? Primero uno, luego quizás otro
-         Ufffff... si sigues por ahí me iré pronto vida – Un gruñido delirante sale de mi boca mientras incremento la fuerza de mis embestidas.
-        Después de mamarles bien, los dejare que introduzcan sus gordos y grandes miembros dentro de mi, probar una, luego otra, volver con la primera, jugando ante ti
-        ¡Aruna eres fuego! Me voy amor

No puedo resistirme, su cuerpo, su fuerza, su entrega, su dominio, sus palabras... mas la pasión acumulada en el ensayo acaban con rapidez con mi aguante, un chorro tórrido abandona mi cuerpo para alojarse en lo mas hondo de ella.

-        Te quiero mi vida, me haces tan feliz – Estampa sus labios contra los míos, revitalizándome el alma una vez mas
-        Tu si que eres un regalo divino que me guardaba la vida
-        ¿Te apetece que bajemos un rato a la playa? Ya esta todo mas que dispuesto y solo nos quedan unos  días por aquí, hasta el año que viene no va estar fácil venir
-        Ni me lo recuerdes, pero si vamos a la playa

Como vamos a echar de menos, la humedad, el calor, los árboles inmensos, los imponentes ríos que descienden por las onduladas laderas, la fiesta de color que aportan orquídeas y parásitos varios con multitud de exuberantes flores, el increíble tronar de las aves que habitan el paraíso, el azul terciopelo del cielo al caer la noche y los mágicos naranjas del amanecer y el atardecer, Bahía es algo mas que un estado, es una forma de entender la vida y nosotros somos bahianos de corazón.  La pequeña barraca de Edimar permanece abierta a pesar de que pronto acabara la época turística y las playas volverán a quedar en su mayoría desiertas y solitarias, lo que empezó con una cerveza y un zumo de fruta fresca acabo convirtiéndose en una intima cena para dos, arrullados por el batir de las olas en la playa y la mágica música de Marisa Monte nos invitaba a olvidarnos del tiempo y concentrarnos en ser feliz el uno con el otro, disfrutar de nuestra presencia, de nuestras miradas, un baile juvenil y despreocupado transportándonos a un mundo único, exclusivo, propiedad de los enamorados, caminar juntos de la mano por un sendero de la misteriosa e imponente selva sin mas luz que la de la Luna casi llena es una experiencia muy recomendable para ver la capacidad de compenetración que tiene cualquier pareja, mas aun en un lugar donde la seguridad no es la norma corriente y hay que estar atento ya que no son muy infrecuentes los asaltos, a pesar de todo, no se si la fortuna o el andar con las personas adecuadas y en el momento adecuado hasta ahora podemos decir que nunca nos ha pasado nada.

Cuanto voy a extrañar todo esto en dos días, pero la vida es así, toca volver al mundo cotidiano.

La casa esta asombrosamente en calma, al parecer todo el mundo duerme y nosotros no vamos a ser la excepción por mucho tiempo, un paso por el baño, cepillado de dientes y a la cama. Mañana nos espera un gran día aunque nuestros cuerpo juntos son difíciles de refrenar, aun mas en nuestra maravillosa


Parte 14

Me encanta iniciar el día con sus mimos y caricias, callado, observándome en silencio al mismo tiempo que juguetea con mis cabellos entre sus dedos, recorriendo mi cuerpo con sus ojos cargados de morbo mientras contiene sus manos para dejarme despertarme a mi ritmo, sin prisas, solo caricias, solo mimos.

-        Buenos días tesoro
-        Hola amor – mientras me estiro y saco las ultimas gotas de sueño que aun quedan en mi – ¿llevas mucho despierto?
-        Acabo de abrir los ojos, no he salido de la cama siquiera

Esta radiante, el sol y la humedad de la selva le sienta genial, me encanta verlo recién afeitado, su barbilla, su mandíbula,  sus labios, esos labios que tan fácilmente me vuelven loca.

-        Tenemos la mañana para nosotros, ¿qué te apetece?
-        Pues no estaría mal pasar la mañana en la playa...así nos vamos bien bronceados.
-        Pues listo vamos para la ducha

Sale de la cama como un potrillo desbocado, no me besa ni nada y sabe que eso no me gusta.

-        Eh!! ¿Que pasa contigo?¿Y mis besos?
-        Venga flojilla, sal de la cama

Se gira y me lanza un beso, esta risueño, divertido y su tono de voz es especialmente calmado, con lo poco que le gusta volar me extraña que este tan tranquilo.

-        Venga a que esperas, voy encendiendo la ducha
-        Vaaale vooooy – por mi me quedaba en la cama y mas con ese cuerpo, hay mi niño – ¿de veras que no prefieres cinco minutitos en la cama?
-        Vamos no te resista que será peor cuanto mas lo pienses, veras como te alegras cuando lleguemos a la playa.



Ufff mi playa, no se como voy aguantar todo un año sin pisarla, pero a veces los deberes mandan y ahora toca cumplir con las obligaciones. La familia, cuantas cosas hacemos por ella, a veces, incluso anteponemos nuestra propia felicidad a su bienestar y aunque mi alma quiere quedarse aquí para siempre se que nos toca volver.



El día esta espectacular, es una maravilla poder estar aquí en este momento, los dos juntos, sin prisas, solo el, yo y la madre naturaleza, una salvaje y casi virgen madre naturaleza.
Un par de pequeños botes a remo son todos los inquilinos en la actualidad de tan magnifica franja de costa, es increíble poder vivir a menos de veinte minutos de un lugar tan privilegiado.
El par de barracas que durante la época de mayor afluencia de turistas no suelen cerrar en todo el día, permanecen cerradas y en calma. El silencio que domina el ambiente es abrumador, las conexiones cerebrales se calman, y por un instante la riada de pensamientos que inundan mi cabeza se aplacan por completo.

-        ¿Dónde te apetece que nos pongamos?
-        Me da igual, elige tu.....
-        Que te gusta, ¿Para que te pregunto?.....venga vale, vamos a la duna, encima de los cocoteros, con suerte el manantial tiene agua y es un lugar perfecto para descansar por la mañana que aun no hace demasiada calor
-        Ves...¿si sabes elegir perfectamente para que me preguntas?
-        Como eres....
-        No seré para tanto – en el fondo que me gusta escucharlo, su voz fuerte y masculina, mi adorable gruñón...

La situación es privilegiada, intima y recogida pero con vistas sobre la cala completa, la inmaculada arena descansa del acoso continuo de las olas, la bajamar deja ante nosotros una extensión de arena suficiente para celebrar un gran concierto, por fortuna el lugar esta a salvo de semejante evento, el difícil camino de acceso imposible para vehículos, y la condición de ser un espacio protegido lo impiden.
Pareos colocado, la ligera sombra de los bajos matorrales es estupenda a la hora de colocar la cabeza, con el despiste el sombrero se quedo sobre la mesa, así que mejor a la sombra. El pequeño manantial que nace espontáneo, libre, en medio de la duna es un lugar que transporta a Philippe hasta las costas del sur de Cádiz, costas mágicas, únicas, capaces de aparecer en tu cabeza a pesar de encontrarte en lugares de incomparable belleza, Tarifa, Bolonia, Caños de Meca... cuantos momentos vividos.
Ahora solo quiero descansar, broncear mi cuerpo con el sol tropical, llenarme con la potencia de este continente. Una suave brisa acompaña como de costumbre nuestro reposo, el frescor que el aire arranca del agua del mar, potencia el placer de estar tumbada sobre la arena, es impresionante la elevada  calor que ya acumula el suelo, contando que tan solo llevara una hora el sol dando sobre el.

-        Voy a nadar un poco que esta la mar calmada
-        Ahora te alcanzo, primero voy a coger algo de calor, igual ando un poco antes de lanzarme.
-        Ok, te veo en la orilla

En verdad no me apetece mucho mojarme, de momento prefiero esperarle tranquila aquí, mucho no tardara en volver, aunque quizás un chapuzón antes de tomar el sol venga bien, así me quito el sudor y me pongo la crema.

Es increíble lo que calienta el suelo bajo mis pies, la vuelta hasta el pareo va ser corriendo sin duda, venga Aruna, un poco mas y estamos en el agua, hoy parece que va ser uno de los días mas calurosos del verano, como voy a extrañar todo este calor. El  frescor del agua relaja mis pies, es el momento ideal, un chapuzón y a correr al pareo.

Que placer, la intensidad justa de sol, la sombra necesaria, calor, con tan solo un pensamiento mi corazón comienza a palpitar con  gran intensidad todo mi cuerpo se estremece, mi respiración se altera, escalofríos electrizantes atraviesan todo mi ser, mi temperatura corporal se eleva, y suavemente mi libido va encendiendo cada una de mis zonas erógenas, una traviesa sonrisa aparece entre mis labios, mientras una de mis manos se desliza suavemente entre los muslos separándolos levemente, la distancia justa para poder acariciarme, me deleito en cada milímetro de voluptuosa vulva, que reacciona entreabriéndose a cada pasada queriendo apresar mis dedos, ellos juguetean en un vaivén haciéndose esperar un poquito mas, humedeciendo toda mi intimidad que termina por absorber mis dedos dentro de mi ser, a la vez que unos suaves suspiros escapan de mi boca. Mis dedos se centran por fin en mi botón del placer con unos toquecitos intermitentes con rotación que me hacen perder los sentidos, mis ojos se entrecierran y mi cuerpo se estremece, se convulsiona ligeramente y el deseado orgasmo irrumpe con toda su fuerza inundando todo mi sentir.



Parte 15

Una de las mayores delicias de este mundo es dormitar bajo los  rayos de sol que iluminan la mañana y calientan nuestra piel. La dulce brisa, una vez mas, me hace volver del mundo de los sueños, finas y frías gotas llegan hasta mi, su origen, el cabello de Philippe y su costumbre de sacudirlo cerca de mi.

-        ¿No tenias mas playa?
-        Pues quizás si, pero ¿Y el placer de despertarte? un tono jocoso, desenfadado y juvenil, se percibe en su voz varonil
-        Ven aquí troglodita!! me encanta tenerlo abrazado entre mis brazos, intentar rodear su espalda por completo y perderme entre sus besos
-        Al final no te bañaste, te voy a mojar si me tumbo.....
-        ¿No te acabo de decir que vengas? Te gusta hacerte de rogar eh..
-        Claro y mas si eres tu la que me ruegas
-        ¿No te apetece aprovechar la mañana....? abro mis piernas mostrándole mi sexo cubierto por el bikini mientras deslizo mis dedos por el borde de la tela....
-        Te a sentado genial llegar a la playa....

Sin capacidad de resistencia se entrega con premura a mi petición, sus duras y firmes manos toman mis tobillos justo en el momento que se reclina ante mi, sus largos cabellos mojados rozan  mi vientre en un vaivén, sublime, lento, acompasado, provocando la aparición de un cosquilleo que adquiere mas intensidad a medida que el roce avanza hacia zonas mas sensibles, sus manos suben por el interior de mis piernas, lento, sublime, redescubriendo cada rincón de mi anatomía.

-        ¿ De veras no te apetece tomar un baño conmigo?
-        No tengo ganas, se esta tan bien bajo el cálido sol...
-        Pues yo creo que si me voy a tomar otro bañito mas que pronto llegara la tarde
-        Pues si es lo que quieres...

Será capaz, de nuevo se marcha saltando en dirección al mar, si es que estos jovencitos es lo que tienen son demasiado repentinos, con lo ardiente que tengo mi cuerpo ahora, ufff, pues buen momento para meditar, habrá que centrar toda esta energía.
La dulce y cálida brisa, seca con rapidez las ultimas gotas de agua que quedan sobre mi piel, el sonido monótono del mar ayuda a concentrar mis pensamientos, arrastrándolos con el vaivén de sus olas, calmando mi interior.
El susurro de la selva me lleva hasta una quietud atenta, donde empiezo contemplar diferentes momentos de mi vida, con cada respiración, un viejo recuerdo es arrastrado ante mi, dándome la oportunidad de observar como mi energía se enreda en ese instante, desvaneciéndose, apretándose. Una nueva inhalación reafirma el momento, ayudando a recuperar partes de mi abandonadas en el pasado.

Una calma intensa se impone, tras un lapso de tiempo difícil de definir, los vellos de mi piel se erizan, mientras me siento parte de una gran plenitud, sosegada y activa, repleta de fuerza, pero sin ninguna prisa.

Nuevamente mi querida brisa comienza un juego delicioso entorno a mi piel.
Irrespetuosa, atrevida, acaricia mi cuerpo centrándose en el interior de mis piernas, arremolinándose en el centro de mi anatomía como un huracán acompasado.

Un suave gemido se exhala por mis labios. Justo en el momento que dos delicadas manos comienzan a bajar la parte baja de mi bikini. A pesar de no ser unas manos conocidas, me resultan familiares de una forma increíble, y ningún atisbo de duda aparece en mi, segura, firme, olvidándome del futuro y el presente, dejo que todo siga su curso..

-        ¿Quieres continuar? En tal caso solo disfrútalo..

La voz, esa voz,  jamás la había escuchado antes o llevaba toda la vida oyéndola, sin embargo me aportaba seguridad y tranquilidad.

-        Prepara tu mente, para seguir tu cuerpo..... deja tu cuerpo, volar con tu mente.

Una ola de calor abrasador sube rodeando mi cuerpo, manteniéndose a la distancia justa para no quemar.....




La visión que se encuentran mis ojos es sobrecogedora y tremendamente erótica.
Uno de los pareos de Aruna, realizan la labor de antifaz improvisado, privándola del don de la vista, el color celeste le sienta genial de cualquiera de las maneras posibles de llevarlo. Tumbada, con las piernas completamente separadas, mientras una fémina de imponente figura, si no creyese conocer a Aruna diría que es ella misma, se recrea masajeando su espléndido cuerpo, la verdad no sabría como definirla ni en que edad situarla, por que la gran cantidad de canas que poblaban su cabello hacían indicar que no se trataba de un hembra juvenil, pero su torneado y bronceado cuerpo no hace pensar que tenga mucho mas allá de los treinta.

Justo a su lado tiene un pequeño bote de algún tipo de loción o aceite el cual se unta en las manos por ambas partes antes de esparcirlo sobre la suave y delicada piel de mi amada, la cual puedo apreciar como disfruta con arrebato, entregada al placer, no parece cuestionarse nada de la situación.
Los suspiros y gemidos salen a trompicones de su boca en el momento que una de las manos se queda posada sobre su vagina, la tan inesperada masajista comienza una repentina y constante vibración con toda su mano, parece acumular calor y tensión en esa zona, y parece hacerlo muy bien ya que los gemidos suben y suben de intensidad.
Una nueva carga del aceite lubricante y justo en el momento que su mano izquierda se posa sobre la zona baja de su vientre, los dedos índice y corazón de su mano derecha penetran en el interior de sus labios vaginales, lentos, pausados, muy pausados.
Su mano izquierda sigue realizando círculos ahora mas amplios sobre su vientre, llegando amasar en su totalidad los suntuosos pechos liberados del bikini. Su mano parece moverse sola, apretando, rezagando, acariciando, mimando, cada centímetro de su piel.
Desde mi posición, puedo ver con claridad como sus músculos vaginales se contraen, apretando y atrayendo hacia si los dos sinuosos dedos que la penetran. Pero con firmeza y mucha delicadeza permanece sin introducirlos mas allá de la segunda falange, no entiendo con claridad que movimiento realiza en su interior pero la insistencia de Aruna en abrir todo lo posible sus piernas y las subidas repentinas que realiza con la cadera, apunta a que la esta deleitando. Empieza a realizar una leve pero nítida agitación desde su mano hacia el interior de tan ardiente fémina, los gritos fuertes y secos indican que un fuerte y potente orgasmo aparece por su interior.
Con destreza y velocidad saca los dos dedos de su interior dejándolos reposar por encima de su convulsionado clítoris. Entre tanto unos fuertes espasmos sacuden su entrepierna, palpitando su vulva espontáneamente.

Con paciencia deja sus dedos reposando de la agitación previa, mientras su mano izquierda continua con su labor de reconocer cada rincón de su físico con deleite y un cariño infinitos. Las friegas y roces parecen reactivarla, derramando un poco mas de aceite sobre su propia mano de forma que vaya directa a los labios carnosos de Aruna, vuelve a introducir los mismos dedos en su interior, entrando, saliendo, entrando, saliendo, con la misma frecuencia que los gemidos profundos salen por entre sus labios.

Una vibración intensa empieza a concentrarse en el centro de la palma de su mano, la cual coloca sobre los labios y clítoris continuando tan viva agitación, puedo suponer que harán los dedos en su interior, pero solo eso, suponer, pero solo en contadas ocasiones ocurría que su cara se desencajara y sus manos buscaran con ansia apoyo por todas partes mientras un intenso culebreo toma su cuerpo, derramándose orgasmo tras orgasmo, sus labios parecen boquear en busca de oxigeno y su vientre se contrae con dureza, marcando sus músculos abdominales.

-        Gracias una potente y a la vez delicada voz, sale del interior de esa misteriosa mujer, mientras realiza una reverencia ante ella, dice unas palabras que no logro entender y pasados unos diez segundos, se vuelve a incorporar, se gira y desaparece con premura entre la espesa vegetación.

Aruna, con un rostro de reposo y paz infinitos, se sigue estirando y desperezando mientras emite una serie suaves ronroneos

-        Philippe!!
-        ¿Dime amor?
-        De repente tu imagen apareció ante mi...¿eras tu quien me tocaba?
-        No mi vida, no era yo, pero estoy aquí hace un rato
-        Ni siquiera sentí como me poníais el pañuelo
-        Yo tampoco cariño, esa parte creo que estaba jugando en las olas....cuando llegue aunque me fije en el pañuelo, me centre en otra parte del espectáculo....
-    No se como definirlo corazón, pero fue, fue, no se que tipo de palabra usar.....- Mientras me quito mi pareo celeste, mi visión se inunda ante la sobrecogedora belleza del lugar donde me encuentro, en cada rincón, en cada árbol, en cada piedra, en cada ola del mar....



Parte 16

La disposición de los acontecimientos altera irremediablemente nuestros planes o expectativas, pero estos por mas que nos pese en ocasiones es una parte infranqueable del camino. Recién llegados a casa, Bianca casi nos saca de nuestro mágico estado:

-        Chicos os han llamado de España, para la venta de la casa de Marbella,  si estáis allí pasado mañana por fin os libráis de ella, dicen que no se a cuento de que y por la falta de un papel tenéis que estar de todas, todas.
-        Menuda faena, por que va ser imposible llegar en ese tiempo – además no me apetece lo mas mínimo, espero  que esto ultimo solo lo haya pensado y no dicho.
-        Al parecer os han reservado vuelo, estando mañana a primera hora en Salvador, no debería de haber problema – nada que no va a ver forma de quedarse, piensa nuevamente Aruna.
-        Pues entonces no hay tiempo que perder, cuestión de recoger algo de ropa y en marcha – apunta Philippe
-        Jooo pero la fiesta es esta noche.... – comenta Aruna un tanto entristecida
-        Va ser complicado aunque se puede intentar, si todo va bien son cuatro horas de coche....
-        Me da que no, a primera hora es a primera hora, ¿la una de la madrugada! para ser mas exactos – aclara Bianca con un tono apagado y unos ojillos tristes – Venga ducha, maleta y a la carretera, vamos amores animad esa cara.


La verdad es que el momento no puede ser mas inoportuno, pero así son las cosas, cuando llegan, llegan y no cabe duda posible. La fiesta saldrá de lujo, los invitados lo pasaran  fantástico y los encargados de dar la cara en la faena dura también, esta pensada para el disfrute de todos y así será como salga. El año que viene tendremos oportunidad de repetir o quizás antes.

-        Amor coge las rebecas y la ropa de entretiempo que tengamos, seguro que al llegar a España se nota fresco.
-        Ufff no quiero ni recordarlo, cambiar el calor del verano por el invierno, habrá que cargarse de valor.
-        Nada, chaquetones y capas de ropa, y la chimenea que no pare..
-        Con un poco de suerte estamos volviendo dentro de no mucho tiempo, no quiero ni volver a coger costumbre de jerséis y chaquetones.
-        ¿Que así sea!

Despedida lo mas rápida posible y rumbo un poco antes de lo esperado.
Como cuesta salir de los caminos de arena y ponerse a rodar por el asfalto, aunque la compañía de la selva durara casi el camino completo, la oscuridad, la velocidad y el ruido del motor no permiten disfrutar por completo la belleza y majestuosidad del paisaje.
Cuatro horas por delante, contando que la diosa lluvia no haya decidido cortar nuestro camino y todos los puentes estén en su sitio, que aquí cuando le da por llover no se sabe.
Una aventura mas y de nuevo en forma de viaje, un viaje prematuro y sin planificación alguna, hay que adecuarse a los designios, una buena sonrisa y adelante.

Aruna esta bellísima, la tenue luz cada vez que cruzamos algunos de los pequeños pueblos por los que pasa la carretera ilumina su perfil, a pesar de no desear este viaje, el movimiento tiene algo que excita en el interior de nuestra alma, nuestra alma nómada, y esa excitación se refleja en su rostro, su constante sonrisa, el brillo en los ojos, su pronunciados pómulos.

-        ¿Te apetece algo de comida amor?
-        Pues la verdad no tengo mucha hambre vida, quizás luego cuando lleguemos al aeropuerto, ahora mismo el estomago lo tengo algo cerrado.
-        ¿ Pero te encuentras bien?
-        Si, si, no te preocupes, es solo el cambio de planes y lo precipitado, en el fondo en lo único que pienso es en llegar y acabar cuanto antes con esto.
-        De lujo, paro a por algunos boliños y unos zumos y seguimos la marcha, porque después de este pueblo hay un par de horas que no tenemos casi nada abierto
-        De acuerdo amor, come tu algo, yo voy a poner algo de música, ¿por cierto como va de gasolina?
-        Esta lleno, hace solo dos o tres días que lo llene, en principio llegamos.


El trafico de Salvador parece estar siempre en hora punta, es increíble la cantidad de vehículos que pueden llegar a encontrarse en cualquiera de sus calles y avenidas, siempre cálidas y populosas, a pesar de ser altas horas de la noche, la ciudad deseando de atraparte con sus miles de carteles y señales, dispuesta a conquistar tu atención a través de sus colores de sus sonidos. Pero al fin y al cabo, a pesar de todo, sigue siendo una urbe mas, una inmensa  urbe que se olvida del ser humano, para centrarse en su propio desarrollo. Cruzarla rápido, sin prisa,  llegar al aeropuerto, embarcar las maletas, un pequeño descanso y al avión. Vuelta a la vieja Europa, quien sabe por cuanto tiempo y con que propósito.

Aparcamiento, maletas, un cigarrillo y para dentro. El siglo XXI parece llamar inexorable, todas las luces juntas, tantas señales, empiezo a sentir un leve cansancio, el día ha sido largo y el descanso en el avión no promete ser muy acogedor.

-        Philippe!! Philippe!!

No me lo puedo creer Juliana, a estas horas por el aeropuerto y por lo que veo con maletas también.

-        ¿Qué tal tesoro?
-        Pero bueno como tu por aquí no decías que no querías ni ver un aeropuerto mas ¿y esta maravilla de pelirroja de donde la sacaste?
-        ¿De veras que no os conocéis? No me lo puedo creer...pero si te hable mil veces de ella... es Aruna

Aruna, con cara entre sorpresa y desconcierto, sonríe formal y extiende la mano, pero no se ve que tenga mucha ganas de entablar conversación.

-        Aruna, ella es Juliana, es la jefa de cocina en la panadería, la que hace los fantásticos bollos de carne y todos esos dulces que comemos, la verdad es que cocina como las diosas.
-        ¡¡Ummmm que delicias!! encantada de conocerte con la de veces  que hemos desayunado allí y en ninguna hemos coincidido, después del desayuno aprovecho para conectarme un poco a internet y pasa el tiempo volando, en la casa no se si te habrá comentado que la cobertura es un poco inestable y aprovecho allí...
-        Que va siempre viene a preguntadme por las recetas y por los ingredientes que uso, y a dar la lata con los productos orgánicos.... -mientras se encoge de hombros y pone cara burlona.
-        Uy me suena de lo que me hablas

Las risas entran en juego y la empatia entre las dos comienza a fluir. Juliana se gira y nos presenta a un apuesto y muy bien proporcionado joven que la acompaña, no creo que tenga mas de 24 años.
-        Os presento a Rodhes, un delicia que me encontré en la playa y decidí quedarme – su carcajada se hace notar y Aruna no duda en comentarle
-        Pues muy bien que has hecho, se le ve estupendo – y nuevamente las risas suben entre las dos.

Rhodes y yo estrechamos las manos, y nos miramos también con cierta complicidad. Tiene la misma cara de cansancio que yo, pero da dos besos Aruna y me comenta sonriendo:

-        No son fáciles – mientras me guiña un ojo
-        Pero son las mejores
-        Y por eso las adoromos

Parece un tipo majo, y si Juliana lo aguanta, sabrá bien lo que hace, una mujer que cocina así no puede estar muy equivocada.

-        ¿ Y para donde vais?
-        Madrid, salimos a la una en principio
-        No me lo puedo creer, entonces me da que volamos juntos
-        Soltemos las maletas que tenemos poco tiempo que perder.

Entre charla y charla la cola de espera pasa rápido, liberados del equipaje toca disfrutar de las tiendas y sobretodo de la estupenda librería, cuando estas en determinados lugares aprendes a estimar el valor de una buena estantería llena de libros, y ya que hay que pasar por delante, que mejor que al menos cinco minutitos entre libros.

-        Nosotros vamos a entrar en la librería, si os apetece – comenta Aruna a la entusiasmada pareja.
-        No mejor nos vamos tomando un refresco, nos vemos en la sala de espera – cogiendo a su nuevo compañero de la mano, camina picara como siempre suele hacer – ¡disfrutad de los libros! – la oímos decir mientras entramos y ellos se alejan destino alguna cafetería.

-        Disculpen, pero estamos cerrando.
-        ¿Nos permitirían cinco minutos?
-        De acuerdo, cinco minutos mientras cerramos y acabamos de recoger
-        Mil gracias, de corazón.

Estanterías llenas y poco tiempo, veremos como sale esto.

-        ¿Ves alguno que te apetezca cielo?
-        Este hace tiempo que me apetece...igual de hoy no pasa
-        Pues no te lo pienses, que nos queda un buen rato hasta Madrid.

Sin casi darme cuenta, estamos sentados en el avión y la azafata esta dando las instrucciones de vuelo, y bingo!! mas suerte imposible, fila central de cuatro asientos todos para nosotros, no es primera pero sirve de ayuda a la hora de descansar un poco mas.

-        ¿Tu tienes algo que ver con esto verdad?
-        Claro..para algo una conoce gente en este mundo.
-        Psssss, pssssss – un característico siseo que suelo oír en la cocina de la panadería suena bastante cercano y girándome a mi izquierda me encuentro con Juliana y Rhodes - Ola chicos! Parece que vamos a estar muy cerca todo el vuelo ¡Perfecto!! ya veo que de suerte vais bien, luego os visito
-        Cuando quieras....así me cuentas alguna recetita, que este, a veces comparte lo que quiere conmigo
-        Por supuesto belleza, estos muchachos, ya después hablamos un rato de recetas o lo que surja

La rutina de volar grandes distancias no es que sea uno de mis fuertes, pero hoy afortunadamente el tiempo pasa veloz, toda eso de la comida envasada y esos protocolos de ventas, me acaban resultando tedioso, pero hoy no, hoy todo pasa con fluidez, y las luces se empiezan por fin apagar, a ver que trae la primera película, esperemos que un poco de humor, antes de caer en los brazos de Morfeo.....



Parte 17

Debía estar cansado por que al parecer e dormido casi el vuelo completo en su totalidad, pero tengo la extraña sensación de no haber parado en todo el sueño.

-        Ey bienvenido!!
-        Hola amor, ¿ya vamos a tomar tierra?
-        Si ¿hoy el vuelo se te habrá pasado rápido?
-        Podría acostumbrarme a viajar así
-        Yo estuve casi todo el viaje de charla con Juliana, es una mujer espectacular, un placer conocerla, habrá que probar alguna de sus recetas, aunque las que me dio no son solo para la cocina – una risilla se escapa de entre sus labios – ponte el cinturón.

Cinturón puesto y comienza el aterrizaje,  a pesar de haber dormido todo el viaje me siento tremendamente cansado, el cuerpo me esta pidiendo a gritos una buena ducha, una ración de café y algo de desayuno.
Primero habrá que recoger las maletas.

-        ¡Buenos días! se a despertado el principito, que bien duermes hombre – a Juliana no se le escapa una
-        Je,je, no se me da mal lo de dormir no, ¿que tal el vuelo?
-        De lujo, tienes una joya a tu vera, cuídala
-        No dudes que lo intento
-        Eso dice.

Su cara risueña y juvenil, a veces se transforma con tremenda dureza, siendo un rostro que impone un gran respeto, es increíble a pesar de sus habituales formas dulces, ver como todo el mundo la trata con gran quietud y amabilidad.

-        ¿Bueno y ahora que os toca aquí?
-        Hoy recoger el coche y bajar al sur, mañana papeles y después habrá que ver que formalismos hay que dejar atados, seguro que visitaremos la familia y cuanto antes volver a coger vuelo de vuelta.
-        Os dejo nuestro teléfono y cuando estéis medio libres llamarnos, tenemos intención de recorrer el litoral de Andalucía, así que posiblemente estemos muy cerca.
-        Claro, eso esta echo.

Aplausos tras tomar tierra. Una pequeña espera mientras todo coge su curso y momento de abandonar el avión, la masa se mueve uniforme a la vez que tosca en busca de su anhelado destino.
Mientras las cintas giran desiertas puedo escuchar el sonido de las palabras que emiten todas las personas allí presentes, pero me encuentro en un estado de introspección, que solo escucho eso, sonidos, sonidos inentendibles,  fuera de todo sentido para mi, todo sucede, y sucede estando o no estando atento. Cuando vuelvo ligeramente a la realidad, Juliana esta dándome dos fuertes y cariñosos besos, al igual que hacen  por su parte Aruna y Rhodes.
Esta vida esta llena de despedidas, a veces despedidas que uno espera, otra despedidas que llegan de improvisto, y dejar Juliana atrás siempre es una sensación ligeramente triste, su enorme energía vital siempre te llena de positivismo y buena actitud para afrontar lo que venga.

Aunque hoy, he de reconocer, que estoy algo especialmente denso. La vista se turbia y pierdo perspectiva, sin motivo aparente.

Todo comienza a parecerme desconocido, sin saber porque me cuestiono la realidad a mi alrededor, es como si mis ojos jamás hubieran presenciado una situación semejante, ¿dónde estoy? una perturbadora inseguridad recorre cada ápice de mi, una fuerte sensación de debilidad que va minando cada uno de mis pensamientos.
Necesito aire puro. Poder respirar entre el frescor de las plantas. Después de unos meses rodeado de selva, el cemento, las luces fluorescentes y los aires acondicionados, duelen.
¿No será tan solo una pesadilla? ¿seguiré mucho tiempo mas sin despertar? ¿o es que en realidad todo lo anterior solo fue un dulce y placentero sueño?

Todo sigue su curso inexorable, las maletas llegan, la masa va perdiendo consistencia, y solo unos pocos vamos quedando a la espera, todos van recogiendo sus pertenencias y llegado el momento quedo esperando ante una cinta vacía en la mas completa soledad. Una maleta raida por el tiempo y mil golpes, aparece entre las cortinas plásticas que separan en dos mundos aquel espacio, sin dudarlo me inclino para agarrarla a pesar de no reconocerla como propia, esta toda cubierta por pegatinas de mil destinos diferentes, y en medio, una frase, sencilla y concreta:

“ PHILIPPE: NUNCA DEJES DE SOÑAR ” Aruna.

Aruna, ese nombre resuena con una fuerza inexplicable en mi interior, una sensación de amor infinito recorre todo mi ser, pero una oleada de dudas ataca con fiereza mi percibir, centrándome nuevamente en ordenes mecánicas que salen de mi mente y con la maleta bien agarrada en mi mano, mis pies parecen conocer mejor que yo el rumbo de mis pasos. Quizás esta noche, cuando acabe con todas las obligaciones, pueda seguir soñando.

Wald Elfi